Sobre el Objeto de Culto
La variedad de explicaciones en los escritos de Nichiren sobre el objeto de adoración y la pluralidad de sus formas icónicas generó una considerable controversia tras su muerte. Los monjes eruditos de la secta debatían si su verdadera intención se representaba mediante el «objeto de adoración como Buda» o como «persona» (butsu-honzon, nin-honzon), o mediante «el objeto de adoración como Dharma» (ho-honzon). Algunos argumentaban que uno representaba la verdadera intención de Nichiren y el otro un medio hábil, mientras que otros intentaban de diversas maneras conciliar ambos. Estas controversias han continuado hasta la actualidad. Un punto de controversia relacionado ha sido si el objeto físico de adoración empleado en la práctica real debería ser una imagen de Sakyamuni o el mandala caligráfico de Nichiren. Esto representa una de las primeras líneas divisorias en las que se alinearon facciones rivales entre los seguidores de Nichiren tras su muerte. Se aborda principalmente en los escritos de la Escuela Fuji, originados por Byakuran Ajari Nikko (1246-1333), cuyas diferencias con otros discípulos destacados condujeron al primer cisma dentro de la comunidad de Nichiren. Los documentos de Fuji citan como una de las razones del cisma la oposición de Nikko al uso de imágenes de Buda y su convicción de que solo el mandala debía ser venerado como objeto de adoración.
Desde una perspectiva contemporánea, puede resultar desconcertante que el propio Nichiren no aclarara estos asuntos de forma más definitiva. Sin embargo, como señaló el difunto Shioiri Ryodo, la expectativa de que cada secta del budismo tuviera un objeto de adoración unificado aún no se había establecido en su época. El tratamiento que Nichiren dio al objeto de adoración como un tema central de la doctrina fue, en opinión de Shioiri, de "importancia trascendental en la historia del budismo [japonés]". Otras investigaciones indicaron que la diferenciación en el honzon pudo haber contribuido a la formación de la conciencia sectaria mucho antes de la época de Nichiren. No obstante, como sugiere Shioiri, los intensos debates entre los sucesores de Nichiren sobre el significado y la forma del objeto de adoración fueron fundamentales para definir el poder del honzon de una tradición particular para unificar su fe y doctrina, y expresar su sentido de identidad única.
Fuente: La Ilustración original y la transformación del budismo japonés medieval . Un libro del Instituto Kuroda de Jacqueline Ilyse Stone. University of Hawai'i Press: Honolulu. 1999. Págs. 275-276