El Daimoku antes de Nichiren
El doctor Ienaga da más ejemplos que sugieren que para el final del período Heian, la gente había llegado a considerar el sutra como un objeto de devoción cuyo poder benéfico podía invocarse de la misma manera que el de un buda o un bodhisattva.
El Eiga Monogatari registra que cuando su hijo Yorimichi yacía gravemente enfermo, afectado por espíritus posesivos, el poderoso cortesano Fujiwara no Michinaga (966-1027) exclamó: "¡Que el Sutra del Loto al que he servido durante todos estos años me ayude!"
El Konjaku Monogatari habla de una jikyosha que, al ser asaltado por ladrones a su regreso de una peregrinación al monte Mitake, gritó tres veces: "¡Sutra del loto, sálvame!". La misma colección también contiene la historia de una ex nodriza que, por compasión, se hizo cargo de un bebé cuya madre no podía alimentarlo. Colocando su pecho marchito en la boca del bebé, oró fervientemente durante toda la noche: "¡Que el Sutra del loto que he leído durante todos estos años me ayude!", tras lo cual sus pechos se llenaron de leche al instante. Uno puede imaginar fácilmente cómo aquellos que buscaban en el Sutra del loto una fuente de ayuda y protección habrían encontrado en el daimoku una forma conveniente de invocar su ayuda.
Fuente: https://125gohonzonichiren.blogspot.com/2025/09/texto-para-leer-en-linea-o-para-bajar.html
