Kishimojin y sus hijas custodiando el Gohonzon
El voto de Kishimojin en el Sutra del loto
En ese momento aparecieron las rakshasas femeninas: la primera se llamaba Lamba, la segunda Vilamba, la tercera Dientes Torcidos, la cuarta Dientes Floridos, la quinta Dientes Negros, la sexta Muchas Trenzas, la séptima Insaciable, la octava Sostenedora del Collar, la novena Kunti y la décima Ladrón de Espíritus. Estas diez rakshasas femeninas, junto con la Madre de los Hijos Demonios [Kishimojin] y sus hijos y seguidores, fueron todas ante el Buda y con una sola voz le dijeron: "¡Honrado por el Mundo! Nosotros también protegeremos a quienes leen y recitan, reciben y observan el Sutra de la Ley de la Flor, y los libraremos de las preocupaciones corrosivas. Si alguien espía las deficiencias de estos maestros de la Ley, les impediremos tener cualquier oportunidad". Después de lo cual, en presencia del Buda, pronunciaron un hechizo y una promesa
"Que los problemas vengan sobre nuestras cabezas, en lugar de ir sobre los maestros de la Ley; ni yakshas, ni fantasmas hambrientos...; ni fiebres, ya sean de un solo día, o cotidianas, o terciarias, o semanales, o fiebres incesantes; ya sean en forma masculina, o femenina, o en forma de joven, o en forma de doncella, incluso en sueños, no causarán jamás angustia. Entonces, ante el Buda, hablaron así en verso:
"Quienquiera que resista nuestro hechizo
Y moleste a un predicador,
Que su cabeza se parta en siete
Como un brote de arjaka;
Que su destino sea el de un parricida,
Su retribución la de un prensador de aceite
O un engañador con medidas y pesos [falsos],
O la de Devadatta que trajo el cisma al Sangha;
Aquel que ofenda a estos maestros de la Ley,
Tal será su retribución."
Después de que estas rakshasas femeninas pronunciaron esta estrofa, se dirigieron al Buda y le dijeron: "¡Honrado por todo el mundo! Nosotros también protegeremos a quienes reciban y guarden, lean y reciten y practiquen este sutra, y les daremos tranquilidad mental, libertad de las preocupaciones corrosivas y de todos los venenos".
El Buda se dirigió a las mujeres rakshasas: "¡Bien, bien! Incluso si sólo sois capaces de proteger a quienes reciben y guardan el nombre de la Flor de la Ley, vuestra felicidad será incalculable; ¡cuánto más si protegéis a quienes reciben, guardan y rinden homenaje al sutra de manera perfecta! Vosotros y vuestros seguidores debéis proteger a maestros de la Ley como éstos".
~ El Sutra del loto (Capítulo de Dharanis).
Gohonzonshōu ( 129 halógrafos) Publicado por Rissho Ankokukai. 1947, 1999.