24 de junio de 2025

Gohonzon Nichiren N°062

 

Cuestiones relativas a las afirmaciones de la Nichiren Shoshu

La Nichiren Shoshu afirma que el 12 de octubre de 1279, Nichiren Shonin inscribió el Dai-Gohonzon. Este Dai-Gohonzon (arriba) es supuestamente el objeto supremo de veneración para todos. Sin embargo, nadie ajeno al sacerdocio de la Nichiren Shoshu (incluidos los sacerdotes y eruditos de otros linajes de la escuela Fuji de Nikko) da crédito a esta historia.

La leyenda cuenta que el Dai-Gohonzon fue inscrito por Nichiren tras la persecución de Atsuhara, en la que miembros laicos dieron su vida para defender el Odaimoku. El Dai-Gohonzon fue dedicado a alguien llamado Yashiro Kunishige. Posteriormente, el Dai-Gohonzon fue tallado en un tronco de alcanfor hallado en un arroyo del monte Minobu por un discípulo de Nichiren llamado Nippo. Supuestamente, Nichiren se refirió a la creación del Dai-Gohonzon en el gosho "Shonin Gonan Ji", donde dice: El Buda cumplió el propósito de su advenimiento en poco más de cuarenta años; T'ien-t'ai tardó unos treinta años, y Dengyo, unos veinte. He hablado repetidamente de las indescriptibles persecuciones que sufrieron durante esos años. A mí me llevó veintisiete años, y las persecuciones que sufrí durante este período son bien conocidas por todos ustedes.

 Sin embargo, no hay nada en este gosho que aclare a qué se refería realmente Nichiren. Ciertamente, no hay referencia directa a ningún tipo de Omandala, y mucho menos a un Dai-Gohonzon. Un gosho llamado "Jogyo Shoden Sho" menciona que Nippo talló una estatua de Nichiren de un tronco encontrado en un río, pero se cree que este gosho es una falsificación piadosa.

 La leyenda del Dai-Gohonzon continúa diciendo que Nikko se llevó consigo la talla de madera del Dai-Gohonzon al partir del monte Minobu. Más específicamente, la leyenda afirma que un sacerdote llamado Hakken-bo, uno de los discípulos de Nikko, la cargó a la espalda y que posteriormente fue depositada en Taisekiji.

El problema radica en que ninguno de los escritos existentes de Nikko hace referencia al Ita-mandala ni a ningún tipo de Dai-Gohonzon específico tallado para toda la humanidad. De hecho, sus escritos indican que ni siquiera aprobaba los mandalas de madera como el Dai-Gohonzon. En el ya mencionado "Fuji Isseki Monto Zonchi-no-koto" , Nikko afirma que desaprueba que los honzons no se inscriban en tablas de madera, ya que ello devaluaría los Omandalas escritos a mano. Le preocupaba que, si se hacían copias de madera más resistentes, los originales de Omandala en papel se descuidaran. Por otro lado, en el "Hara dono gohenji", Nikko también afirma que el uso de mandalas era solo un recurso temporal hasta que se pudieran establecer las tallas del Buda Original flanqueado por los cuatro Discípulos Originales, los Cuatro Líderes de los Bodhisattvas de la Tierra. ¿Nikko habría escrito tales cosas si hubiera estado en posesión del Dai-Gohonzon?

Además, Nikko dejó cuatro auténticos Omandalas de Nichiren en Kitayama Honmonji, donde pasó el resto de su vida. Estos Omandalas fueron finalmente entregados a otros templos del linaje Nikko: Myokakuji en Kioto, Honnoji en Kioto, Honmonji en Kioto y Hokkeji en la prefectura de Kagawa. Sobre estos, Nikko escribió: «Al colgarlo en Honmonji, se debería convertir en la joya preciada de la Última Era». La referencia a Honmonji se refiere, obviamente, a Kitayama Honmonji y no a Taisekiji. También resulta extraño que Taisekiji, el otro templo fundado por Nikko y que la Nichiren Shoshu afirmaba ser la ubicación de su linaje principal, no recibiera ninguno de estos auténticos Omandalas de Nichiren. Esto en sí mismo no prueba nada, pero es un comentario curioso sobre la actitud de Nikko hacia Taisekiji. Algunos han sugerido que abandonó Taisekiji y fundó Kitayama Honmonji porque no quería confiar el futuro de sus enseñanzas (en realidad, las de Nichiren) a la familia de Nanjo Tokimitsu, quien lo controlaba como templo familiar. En cualquier caso, la tumba de Nikko se encuentra en Kitayama Honmonji y no está orientada hacia Taisekiji ni hacia el supuesto Dai-Gohonzon, sino hacia la tumba de Nichiren en el monte Minobu.

La primera mención del Dai-Gohonzon data del mandato de Nichiu, el noveno sumo sacerdote de Taisekiji. Supuestamente, reveló su existencia en 1488. Nichiu afirmó que Yashiro Kunishige, a quien está dedicado el Dai-Gohonzon, lo había entregado a Taisekiji. Sin embargo, Nichijo, contemporáneo de Nichiu y sumo sacerdote de Kitayama Honmonji, lo acusó de falsificarlo él mismo. De nuevo, nadie ha podido determinar quién era Yashiro Kunishige. No pudo haber sido uno de los campesinos de Atsuhara que estaban siendo perseguidos, ya que los campesinos no tenían apellido. ¿Y por qué Nichiren inscribiría un Dai-Gohonzon para toda la humanidad a alguien que no fuera uno de sus discípulos más importantes o quizás el gobernante del país? En cualquier caso, la historia de Yashiro Kunishige entregando el Dai-Gohonzon contradice la historia de que éste se mantuvo en el monte Minobu hasta que Hakken-bo lo llevó allí en su espalda cuando Nikko se fue a los alrededores del monte Fuji.

Entonces, ¿de dónde proviene el Ita-mandala si no es del Dai-Gohonzon inscrito para toda la humanidad por Nichiren Shonin y dejado a Nikko, quien lo trajo a Taisekiji? En el período Muromachi, después de 1333, los Hokke Koshu (Asambleas de la Flor del Dharma) que seguían las enseñanzas de Nichiren utilizaban mandalas de tablero como el Ita-mandala. De hecho, "Hokke (Ko)shu" está escrito en el Ita-mandala después del nombre Yashiro Kunishige. Por lo tanto, es muy probable que el Ita-mandala se haya tallado, como mínimo, después de 1333.

Cabe entonces preguntarse: ¿es el Ita-mandala una copia de un Omandala de Nichiren? En 1910, se tomó una fotografía del Ita-mandala con la autorización de Taisekiji (véase más arriba). Esta fotografía fue analizada posteriormente por Suzuki Ichiro y Yamanaka Kihachi, quienes habían estudiado y analizado exhaustivamente la caligrafía de Nichiren en todos sus gosho y Omandalas existentes. Según ellos, el Ita-mandala data del año 1280 y no de 1279. Se refieren especialmente al tamaño del Odaimoku, que aumentó de tamaño entre 1280 y 1282. Señalaron que el Ita-mandala es prácticamente idéntico a un Omandala de Nichiren autenticado hallado en el templo Myokaiji de Numatsu, cerca del monte Fuji.

Dado que la Nichiren Shoshu no solo afirma que el Ita-mandala es una copia tallada de un Omandala de Nichiren, sino que es el Dai-Gohonzon que todas las personas deben venerar para alcanzar la iluminación, la carga de la prueba recae sobre ellos. Sin embargo, Nichiren nunca menciona haber tallado ni encargado la talla de dicho objeto. Si bien Nichiren sí habla de Omandalas y arreglos de estatuas para representar el Gohonzon, sus escritos dejan claro que él, al igual que otros budistas, consideraba el Gohonzon como la realidad primaria del Buda y/o del Dharma, y ​​que tales representaciones plásticas eran secundarias.

Ni Nikko, ni los otros cinco discípulos principales, ni ninguno de sus sucesores inmediatos mencionan jamás la existencia de un Dai-Gohonzon que prevaleciera sobre todos los demás Omandalas que Nichiren había inscrito y otorgado. Esto es especialmente curioso, ya que si Nikko hubiera tomado un objeto tan preciado del Monte Minobu, cabría esperar que esto suscitara alguna queja o, al menos, comentarios. Si el Ita-mandala fue en realidad el importantísimo Dai-Gohonzon, resulta curioso que no se mencione hasta 1488. Además, el texto más antiguo que lo analiza con profundidad es el "Kechu Sho" de 1662, y se cree que incluso las referencias a él en ese escrito han sido manipuladas.

Parecería, por lo tanto, que el Ita-mandala es un "Gohonzon" tallado a imitación de un auténtico Omandala de Nichiren de 1280, pero no parece haber evidencia concreta de que sea el Gohonzon que la Nichiren Shoshu afirma. De hecho, hay evidencia que indica que probablemente fue creado después de la época de Nichiren y Nikko.



Mi agradecimiento a Senchu ​​Murano, Jackie Stone, Bruce Maltz y Chris Holte por proporcionar toda esta información.

Namu Myoho Renge Kyo


Gohonzonshū ( 129 halógrafos) Publicado por Rissho Ankokukai. 1947, 1999.

Gohonzon Nichiren N°063

 

Los dos documentos de transferencia:

La Nichiren Shoshu afirma que Nikko fue designado único heredero de Nichiren Shonin en dos documentos de transferencia, supuestamente redactados por el propio Nichiren. Sin embargo, nadie ajeno al sacerdocio de la Nichiren Shoshu (incluidos los sacerdotes y eruditos de otros linajes de la escuela Fuji de Nikko) da crédito alguno a su autenticidad.

El primero es el "Nichiren Ichigo Guho Fuzoku Sho" ( Gosho Zenshu , p. 1675), también conocido como "Minobu Sojo", supuestamente escrito en Minobu en septiembre de 1282. Dice:

"Transfiero este Dharma, que yo, Nichiren, he propagado a lo largo de mi vida, a Byakuren Ajari Nikko. Él será el líder supremo para la propagación del Honmon. Cuando el soberano acepte la fe en este Dharma, el Kaidan del Templo Honmonji debe establecerse en el Monte Fuji. Deben esperar el momento oportuno. Esto es lo que llamo el Dharma Verdadero del Precepto. Sobre todo, mis discípulos deben mantener este documento."

El noveno mes del quinto año del Koan

Nichiren.

El orden de la herencia del Dharma: Nichiren, Nikko.

 El segundo es el "Minobu-san Fuzoku Sho" ( Gosho Zenshu p. 1675), también conocido como "Ikegami Sojo", supuestamente escrito el 13 de octubre de 1282. Dice:

"Transfiero las enseñanzas del Venerable Shakyamuni, impartidas durante cincuenta años, a Byakuren Ajari Nikko. Él será el Sacerdote Principal del Templo Minobu-san Kuonji. Los sacerdotes y creyentes laicos que se nieguen a aceptar esto son calumniadores del Dharma.

El decimotercer día del décimo mes, quinto año del Koan en Ikegami, provincia de Musashi,

Nichiren.

La primera referencia a estos documentos de transferencia se encuentra en una obra llamada Hyaku-gojikka-jo, escrita por Nikkyo (¿1428-1489?) en el templo de Taisekiji en 1480. Nikkyo fue originalmente sacerdote en Juhonji, Kioto (precursor del templo de Yoboji), pero se trasladó a Taisekiji y se convirtió en discípulo de Nichiu, el noveno sumo sacerdote de Taisekiji. Sin embargo, se dice que existen discrepancias entre el texto de las cartas de transferencia citadas en los escritos de Nikkyo y las copias que existen actualmente en Taisekiji.

También se dice que la referencia al Templo Honmonji en el Monte Fuji se refiere en realidad al templo Nishiyama Honmonji, fundado en 1343 por Nichidai, discípulo de Nikko, tras ser destituido como sumo sacerdote de Kitayama Honmonji. Es posible que el "Minobu Sojo" incluso fuera forjado por un sumo sacerdote de Nishiyama Honmonji. En cualquier caso, la Nichiren Shoshu afirma que, cuando se establezca finalmente el Honmon no Kaidan , Taisekiji pasará a llamarse Honmonji para ajustarse a la redacción del "Minobu Sojo" . Sin embargo, Kitayama Honmonji tiene una afirmación mucho más sólida si se acepta esto, ya que fue fundado por Nikko en el Monte Fuji con el nombre Honmonji.

Según el sacerdocio de la Nichiren Shoshu, las copias originales de los documentos de transferencia se guardaron en un almacén en Kitayama Honmonji hasta el 17 de marzo de 1581, cuando, junto con otros tesoros, fueron presuntamente robados por seguidores de Nishiyama Honmonji y el señor de Kai, Takeda Katsuyori, y sus soldados. Ni Kitayama Honmonji ni Nishiyama Honmonji estaban afiliados a Taisekiji en ese momento. Por lo tanto, los originales de ambos documentos de transferencia se perdieron para la historia, si es que alguna vez existieron.

Además de la ausencia del original de estos dos documentos de transferencia y las supuestas discrepancias entre las copias existentes hoy en día y las citas que aparecen en el texto más antiguo que las menciona, existen otras pruebas que indican que Nichiren no designó a Nikko como su único heredero. La más importante está escrita a mano por Nikko. Nikko escribió un acta del funeral de Nichiren llamada "Shuso Gosenge Kiroku", que se conserva en Nishiyama Honmonji. El documento también contiene los sellos de Nissho, Nichiro, Nikko y Nichiji. Según este documento, Nikko no recibió ningún lugar de honor especial durante el funeral. En cambio, los dos discípulos mayores, Nichiro y Nissho, encabezaron las procesiones, respectivamente. Además, según Nikko, recibió un caballo y algo de ropa, mientras que Nissho recibió la copia anotada del Sutra del Loto de Nichiren (el Chu Hokkekyo ) y Nichiro recibió la estatua del Buda Shakyamuni que Nichiren había conservado con él desde el exilio de Izu.

Un escrito llamado "Rembo Cho" , que existe en dos versiones, describe el sistema de rotación que debían seguir los seis discípulos principales para el mantenimiento de la tumba de Nichiren y la supervisión de Kuonji en el monte Minobu. Ninguna de las dos versiones menciona que Nikko fuera designado sacerdote principal de Kuonji ni heredero único de Nichiren.

Hay otros escritos de Nikko que indican que desconocía las dos cartas de traslado. Una de ellas es el "Fuji Isseki Monto Zonchi-no-koto", en el que Nikko escribe: "El Maestro [es decir, Nichiren] que me precedió no había elegido ningún país ni lugar en particular. Es costumbre, al menos en el budismo, elegir el lugar más pintoresco y construir allí un templo. Entonces, el Monte Fuji, en Sugaru (Prefectura de Shizuoka), es la montaña suprema de Japón. Deberíamos construir allí nuestro templo". ¿Por qué Nikko escribiría esto si tenía el "Minobu Sojo" , que ordenaba la construcción del Templo Honmonji en el Monte Fuji? También resulta curioso que en el "Hara dono gohenji" o "Carta al Señor Hara", Nikko lamente tener que abandonar el Monte Minobu debido a sus desacuerdos con Niko y los demás. También se queja de la distribución de bienes tras el funeral de Nichiren, ya que deseaba heredar la estatua del Buda Shakyamuni. Pero ni siquiera en esta carta menciona ningún documento único de sucesión o transferencia, ni menciona la necesidad de establecer un templo Honmonji en el monte Fuji, ni afirma que Nichiren lo hubiera designado sacerdote principal de Kuonji.

Lo que sí dice es:

Me cuesta expresar la vergüenza y la pena que sentí por haber abandonado el arroyo Minobu [donde se encuentra la tumba de Nichiren]. Sin embargo, pensándolo bien, no importa dónde esté; lo importante es aceptar las enseñanzas de Nichiren Shonin y difundirlas por todo el mundo. Todos los demás discípulos están en contra del Maestro. Lo desobedecieron. Creo que solo yo, Nikko, soy quien protege la doctrina y las prácticas de Shonin según su intención original...

Nikko cree que solo él protege las enseñanzas y practica conforme a las verdaderas intenciones de Nichiren Shonin, pero no afirma que el propio Nichiren lo designara único heredero o sucesor en Kuonji, en el monte Minobu, ni que recibiera una misión especial para establecer el Honmonji en el monte Fuji. Esto, junto con otras pruebas, deja claro que los documentos de transferencia fueron creación de sacerdotes posteriores del linaje de Nikko, quienes los utilizaron para reforzar sus pretensiones de supremacía sobre sus rivales.


Mi agradecimiento a Senchu ​​Murano, Jackie Stone, Bruce Maltz y Chris Holte por proporcionar toda esta información.


Namu Myoho Renge Kyo

Gohonzon Nichiren N°061

“Una respuesta a las preguntas de practicantes de Soka Gakkai acerca de las similitudes y diferencias entre Nichiren Shu, Nichiren Shoshu y Soka Gakkai”

Esta carta fue publicada primeramente en un foro budista por el Rev.... ShoryoTarabini respondiendo una pregunta de un miembro de una Sangha sobre las diferencias entre los linajes de Nichiren. Luego el Rev. Ryuoh Faulconer la editó para incluir sólo las secciones concernientes a las diferencias y dejar de lado las referencias personales, y de tal versión editada Shami Yoryu de Alzáa realizó una traducción y nueva edición.

Ahora explicaré algunas diferencias y similitudes fundamentales entre 1)Nichiren Shu (y la mayoría de las otras Escuelas basadas en Nichiren), 2)Nichiren Shoshu y 3) la Soka Gakkai. Probablemente no pueda explicar aquí

todas las similitudes y diferencias. Sin embargo debo puntualizar que todas ellas son creyentes del Sutra del Loto, recitan este sutra y cantan el Odaimoku de Namu Myoho Renge Kyo.

Más aún, todas leen las sagradas escrituras de Nichiren Daishonin (llamadas Gosho o Goibun). Dentro del Budismo de Nichiren, hay un número de linajes y escuelas que se han derivado de los templos originales establecidos por los seis discípulos principales de Nichiren Daishonin.

En el Budismo de Nichiren hay 2 divisiones básicas – los linajes “Itchi” y “Shoretsu”. Desde ahí, crecieron y se desarrollaron otras subdivisiones y movimientos, tales como el Happon-ha (linaje de los Ocho Volúmenes), el Fuju Fuse (no reciben ni dan ofrendas a linajes de no creyentes) y otros. Sin embargo, no quiero discutir sobre esas escuelas o movimientos ahora.

En breve, el linaje “Itchi” lee, estudia y recita (canta) el Sutra del Loto completo, con especial énfasis en la significancia de los capítulos 2 y 16. Sin embargo, todos los capítulos son considerados válidos, y por lo tanto son recitados y estudiados regularmente. En el caso del linaje “Shoretsu”, sin embargo, ellos sólo acreditan la validez de los capítulos 2 y 16. Ellos sólo recitan y estudian primariamente esos capítulos.

Nichiren Shoshu y la Soka Gakkai son extremadamente similares, porque sus orígenes son los mismos – sus bases de fe y práctica están fundadas en la forma de observar la fe budista de Nichiren establecida por el templo Taisekiji que hasta épocas recientes fue el Templo Principal de ambos grupos. Ambas, Nichiren Shoshu y Soka Gakkai (también conocida como SGI) se derivan del linaje Shoretsu.

Sin embargo, entre las varias escuelas Shoretsu hay una división más. Taisekiji y consecuentemente Nichiren Shoshu, se derivan del linaje de uno de los discípulos principales de Nichiren Daishonin, Nikko Shonin. El grupo original de escuelas y templos derivados de Nikko (llamados el Fuji Monryu o Linaje Fuji), sin embargo, es mucho más grande. No todos esos templos forman parte de Nichiren Shoshu. Algunos forman parte de Nichiren Shu, algunos forman parte de otras escuelas, y algunos son templos independientes hoy en día.

Los templos de Nikko, que están conectados o derivan del templo Taisekiji, llamados Nichiren Shoshu, Shoshin Kai, Kensho Kai y la Soka Gakkai, todos creen que el Buda Shakyamuni en el especto global del Budismo es meramente una figura histórica. Ellos no lo reverencian como el maestro original del Budismo. El único Buda Verdadero u Original para este linaje es Nichiren Daishonin. Por lo tanto, como resultado, para este linaje los escritos de Nichiren Daishonin son más importantes que el propio Sutra del Loto. Esta derivación en la tradición es bastante problemática. A pesar de que ninguno niega el gran respeto y veneración debidos a Nichiren Daishonin, la casi eliminación del Buda va directamente en contra de lo que predicó Nichiren Shonin.

Nichiren Daishonin arriesgó toda su vida para regresar el mundo budista del Japón de Kamakura a la ortodoxia. Él fue especialmente crítico respecto de las doctrinas de la Tierra Pura, porque ellos habían abandonado al Buda Shakyamuni y lo habían reemplazado por el Buda Amida como Buda a venerar. Nichiren dedicó toda su vida a animar a las escuelas budistas y a la gente de Japón de su era a volver a las bases – a volver a la fe en el Buda Shakyamuni y en su más alta enseñanza, el Sutra del Loto. Por lo tanto, reemplazar al Buda Shakyamuni con Nichiren Daishonin va directamente contra lo que el Daishonin intentó hacer toda su vida, arriesgándose a numerosas persecuciones, exilio, hambre e incontables atentados contra su vida.

En Nichiren Shu, el Sutra del Loto es el centro de la fe, práctica y estudio. Sin embargo, las enseñanzas de Nichiren Daishonin son también altamente reverenciadas, leídas y estudiadas a fondo. Los escritos de Nichiren Daishonin, llamados Goibun o Gosho, nos enseñan cómo aproximarnos a la fe y cómo mantenerla. También nos guían continuamente de regreso al punto principal de nuestra fe y práctica budista – el Buda Eterno Shakyamuni y el corazón de sus enseñanzas e iluminación – el Sutra del Loto.

Esa particular forma de pensar a Nichiren Daishonin, tomando precedencia sobre el Buda Original, Shakyamuni, fue inicialmente introducida en Taisekiji en los 1400’s bajo el Noveno Sumo Prelado Nichiu Shonin (1409-1482) y luego convertida en una parte verdaderamente central de la doctrina y tradición de Taisekiji por su 26º Sumo Prelado, Nichikan Shonin (1665-1726), siglos después.

Los orígenes de esta línea de pensamiento, sin embargo, comenzaron en un templo (ahora independiente) cercano a Taisekiji llamado Nishiyama Honmon-ji, fundado por un discípulo de Nikko, Nichidai Shonin (1294-1394). A pesar de ello, esta particular forma de pensamiento, que difiere grandemente de los linajes tradicionales de la escuela de Nikko y otras escuelas de Nichiren, fue adoptada primariamente por Taisekiji. Cuando Taisekiji adoptó esta tradición, eso comenzó a causar fricción entre este templo y los otros templos de Nikko. Los otros templos de Nikko sintieron que Taisekiji se estaba perdiendo y estaba comenzando a crear su propia forma de Budismo de Nichiren, que nunca había sido enseñada ni por Nikko Shonin ni Nichiren Shonin.

Esta nueva orientación de Taisekiji fue seguida por una insistencia en la exclusividad, diciendo que sólo su templo mantenía la validez de las enseñanzas de Nichiren Daishonin. Lo cual no era una cosa poco común entre los varios templos de Nichiren. Muchos compitieron con otros, creando una sensación de rivalidad, insistiendo en que cada uno tenía el mejor templo, las mejores instalaciones y las mejores enseñanzas. Sin embargo, en el caso de Taisekiji, esta competitividad posteriormente se convirtió en una nueva doctrina de “kechimyaku” o línea de sangre de la fe. Esta nueva doctrina insistió en que sólo Taisekiji y sus sucesivos Sumos Prelados heredaron las verdaderas enseñanzas de Nichiren Daishonin. Todos los templos que no se aliaren con Taisekiji serían “marcados” como heréticos. Para convencer posteriormente a otros acerca de la verdad de sus declaraciones, ellos crearon dos nuevos escritos de Nichiren Daishonin que nunca habían sido registrados ni por Nikko Shonin ni por Nichiro Shonin (dos de los seis principales discípulos del maestro) ni por Nichijo Shonin (que había sido Toki Jonin, pero recibió los preceptos y se convirtió en sacerdote) quien recolectó, documentó, catalogó y almacenó todos los escritos de Nichiren Daishonin que pudo. Esos dos “nuevos” escritos, llamados los Documentos de Transferencia de Minobu e Ikegami, directamente contradijeron la directiva de Nichiren Daishonin que había nombrado seis discípulos principales (Nissho, Nichiro, Nikko, Niko, Nitcho y Nichiji) y cuyos deseos finales fueron que sus discípulos colaboraran entre sí y compartieran igualitariamente la responsabilidad de mantener el budismo de Nichiren y propagar las enseñanzas del maestro.

Esto finalmente culminó en la creación del “Dai Gohonzon” por parte de Taisekiji, del cual –declaró- todos los otros mandalas Gohonzon (el objeto de veneración en forma de mandala creado por Nichiren Daishonin) obtenían su poder y validez. De acuerdo a esta nueva doctrina, aún un mandala Gohonzon escrito por el propio Nichiren Daishonin, si no estaba en posesión de Taisekiji o un templo directamente afiliado con Taisekiji, no mantenía la vida del Buda y no podía ser considerado válido. Más aún, esta nueva variación de la doctrina insiste en que sólo a través de un templo, sacerdote, o Gohonzon directamente vinculado a Taisekiji puede una persona alcanzar la salvación. A pesar de que el Dai Gohonzon en sí es un mandala Gohonzon válido, este concepto de un súper Gohonzon que da poder a todos los demás, contradijo evidentemente las enseñanzas de Nichiren Daishonin y, consecuentemente, creó un gran sentido de desconfianza en los otros templos de Nikko. Eso provocó una grieta y finalmente una división entre Taisekiji y otros templos del linaje Fuji. Incluso entre Taisekiji y otras escuelas y grupos derivados del linaje de Taisekiji, este Dai Gohonzon ha sido un candente tema de debate.

Luego, parece que –recientemente- algunos círculos dentro del mismo Taisekiji podrían estar investigando y cuestionando este asunto. Debido a su carta, he comenzado a leer un número de publicaciones y sitios web de la Soka Gakkai. Me encontré con el Memo Kawabe escrito por un sacerdote de Nichiren Shoshu como memorándum de una conversación entre él y el 67º Sumo Prelado de Taisekiji, Nikken Shonin. A pesar de que nadie en Taisekiji, Soka Gakkai o incluso otras escuelas de Nichiren desconfían de la validez de ese mandala Gohonzon como tal, este memorándum en particular cuestiona la autenticidad del Dai Gohonzon en términos de ser un mandala Gohonzon genuinamente inscripto por Nichiren Daishonin. De hecho, el Dai Gohonzon de Taisekiji está tallado en madera, lo cual es algo que Nichiren Daishonin nunca hizo. Todos sus mandalas Gohonzon fueron dibujados con pincel y tinta en papel.

Nikko Shonin fundó Taisekiji, pero permaneció allí brevemente, dejándolo a cargo de uno de sus discípulos de más confianza, Nichimoku Shonin. Nikko Shonin luego estableció otro templo y seminario budista cerca de allí, llamado Omosu Danjo (hoy llamado Kitayama Honmonji -no confundirlo con el que suena similar, Nishiyama Honmon-ji). La escuela original de Nikko o linaje Fuji (antes de la ruptura de la tradición en Taisekiji) estaba conformada por los templos principales de: Taisekiji, Kitayama Honmonji, Shimojo Myorenji, Koizumi Kuonji (originalmente el templo Renzobo), Nishiyama Honmonji, Hota Myohonji e Izu Jitsujoji. Hay muchos otros templos de Nikko o Fuji, esos son sólo los principales ocho que estaban originalmente afiliados entre sí. Hoy, esos templos principales del linaje Fuji están afiliados de la siguiente manera:

Taisekiji – el templo principal de Nichiren Shoshu (de ese templo se derivaron: Shoshinkai, Myoshinko, Kenshokai, y Soka Gakkai/SGI)

Kitayama Honmonji - Nichiren Shu

Koizumi Kuonji - Nichiren Shu

Hota Myohonji – Templo independiente

Shimojo Myorenji - Nichiren Shoshu

Nishiyama Honmonji – Templo principal de Honmon Shoshu

Kyoto Yoboji – Templo principal de Nichiren Honshu

Izu Jitsujoji - Nichiren Shu

Interesantemente, aunque la línea de escuelas y grupos de Taisekiji creen que Nichiren Daishonin es el Verdadero Buda, Nikko Shonin consideraba al Buda Shakyamuni como el Tathagata y Maestro Original del Budismo, y a Nichiren Daishonin como un gran bodhisattva, líder de todos los Jiyu no Bosatsu, o Bodhisattvas de la Tierra.

Sin embargo, después de que Taisekiji adoptó su propia y única posición con la eliminación del Buda Shakyamuni del centro del Budismo, la creación del Dai Gohonzon y su nuevo concepto de kechimyaku (como el único verdadero linaje ortodoxo) fluyendo solamente a través de Taisekiji, su posición se volvió mucho más firme e intolerante, y no permitió más el sentimiento de hermandad de creyentes de Nichiren que había existido previamente. Bajo el 54º Sumo Prelado, Nichiin Shonin, Taisekiji rompió con los otros templos de Nikko y formó por primera vez en 1912, una escuela nueva y completamente independiente llamada Nichiren Shoshu. Los demás linajes del budismo de Nichiren, sin embargo, continuaron manteniendo el sentimiento de hermandad, incluso aunque sus conceptos filosóficos individuales y su estilo de observancia religiosa diferían levemente.

Las escuelas y grupos derivados de Taisekiji y Nichiren Shoshu también mantienen como doctrina, el mismo sentimiento de exclusividad. En otras palabras, cada uno de esos grupos cree que sólo –ellos- poseen la verdadera y ortodoxa enseñanza de Nikko Shonin y Nichiren Daishonin. Incluso a veces llegan al extremo de decir que las otras escuelas de Nichiren e incluso las otras derivadas de Taisekiji son heréticas.

Finalmente, veamos los Tres Tesoros del Budismo, tres básicos elementos que son observados por todas las escuelas y tradiciones budistas en todos los países, pero que pueden variar de acuerdo a la escuela o linaje.

Los Tres Tesoros:

1) El Buda

2) El Dharma (la ley o doctrina seguida por la escuela)

3) La Sangha (los monjes, monjas y seguidores de la comunidad budista).

Veamos ahora como difieren entre Nichiren Shu y las dos escuelas Shoretsu de Nichiren Shoshu y la nueva religión de la Soka Gakkai.  

Nichiren Shu:

1) Buda: El Buda Eterno Shakyamuni

2) Dharma: El Sutra del Loto, Namu Myoho Renge Kyo.

3) Sangha: Nichiren Daishonin (liderando a todos los monjes, monjas y creyentes laicos)

Nichiren Shoshu:

1) Buda: Nichiren Daishonin

2) Dharma: El sutra del Loto, Namu Myoho Renge Kyo.

3) Sangha: Nikko Shonin y los sucesivos Sumos Prelados del Templo

Taisekiji.

Soka Gakkai (2 tipos):

(A) La doctrina oficial:

1) Buda: Nichiren Daishonin

2) Dharma: El sutra del Loto, Namu Myoho Renge Kyo.

3) Sangha: Nikko Shonin.

 

(B) La realidad que es observada y practicada:

1) Buda: Presidente Ikeda

2) Dharma: Las enseñanzas y escritos del Presidente y de la Soka Gakkai

3) Sangha: La organización de la Soka Gakkai y todos sus miembros.

Como consecuencia de esta aplicación de los Tres Tesoros del Budismo en la observancia real de la fe religiosa, Nichiren Shu (como es el caso con la mayoría de las escuelas de Nichiren excepto las de linajes derivados de Taisekiji) recita el Sutra del Loto completo, estudia todos los 28 capítulos del Sutra del Loto, los otros principios básicos del pensamiento budista predicados por el Buda Shakyamuni y enseñados también por el Gran Maestro del Dharma, T’ien T’ai de la China, y todos los escritos de Nichiren Daishonin.

Nichiren Shoshu concentra su recitación del Sutra del Loto solamente en los capítulos 2 y 16. Estudia principalmente esos capítulos, pero también otras áreas, más las enseñanzas de T’ien T’ai, pero su interés primario en el área del estudio religioso es el Goibun (también referido como Gosho) o escritos de Nichiren Daishonin.

En el caso de la Soka Gakkai, su área de recitación del sutra es idéntica a

Nichiren Shoshu, y estudia algo del Sutra del Loto, de la doctrina de T’ien T’ai y de los escritos de Nichiren Shonin, pero lo que primariamente le importa en el área de estudio religioso son los escritos de su 3er. Presidente Ikeda y otros artículos producidos por el Departamento de Estudio de la Soka Gakkai.

Sinceramente espero que este background general de Nichiren Shu, Nichiren Shoshu y la Soka Gakkai le sirva. Espero que a través de esta pobre explicación, usted pueda ver cómo se originó la forma de observar el budismo de la Soka Gakkai y Nichiren Shoshu y cómo difiere o es similar al resto de las escuelas del budismo de Nichiren.

Lo que es más importante es practicar nuestra fe y estudiar como nos enseñaron el Buda Shakyamuni y Nichiren Daishonin, de forma que podamos crecer, entender verdaderamente el budismo, practicarlo y vivirlo tal como el Buda y Nichiren Daishonin lo hicieron; y de tal manera que nosotros y todos aquellos a nuestro alrededor podamos liberarnos del sufrimiento, satisfacernos con nuestra vida, ser felices, y alcanzar la perfecta iluminación tal como el Buda.

No es necesario abrigar malos sentimientos contra la Soka Gakkai, ni contra nadie por ese asunto. Puede que todo lo que enseñan no sea enteramente correcto, pero su ayuda les ha nutrido hasta hoy. Puede que se hayan extraviado del sendero principal del budismo. Pero ellos les

introdujeron a ustedes a las enseñanzas de Nichiren Daishonin y al Sutra del Loto. Ellos les abrieron las puertas a ustedes. También crearon algunas dudas y profundas preguntas en sus vidas acerca del budismo. Por todo esto, ustedes deberían estar agradecidos. Si están teniendo dudas acerca de la Soka Gakkai o cuestionan su validez para su propia fe budista, les sugiero volver a las bases… piensen ¿por qué originalmente tuvieron fe? ¿Cuáles eran sus expectativas iniciales acerca del budismo? Examinen los hechos de la historia y la doctrina. Pregúntense, “¿Cuáles son las enseñanzas correctas y verdaderas? ¿Cuáles corresponden exactamente a la historia y a las escrituras documentadas del propio Nichiren Daishonin? ¿Ha sido, lo que he estado creyendo y practicando, verdaderamente budismo? ¿Cuál fue la verdadera intención y el verdadero espíritu del Buda? ¿Si Nichiren Daishonin volviera hoy en día, qué diría? ¿Estaría feliz de lo que vería? ¿Cómo realmente querían el Buda Shakyamuni y Nichiren Daishonin que observáramos nuestra fe y práctica? ¿Cómo debería vivir un budista? ¿Quién puede enseñarme budismo real?”. Todos estos son asuntos que deben mirar seriamente. Yo pienso que podemos comenzar a entender exactamente estos temas simplemente recitando sinceramente el sutra y cantando el Odaimoku, junto con la lectura de las palabras vivientes del maestro – a través de las palabras de cada uno de los 28 capítulos del Sutra del Loto y los escritos de Nichiren Daishonin. Cada capítulo del Sutra y cada uno de los escritos de Nichiren Daishonin tiene un mensaje que apunta a ustedes, algo para enseñarles, algo para ayudarlos a crecer. No interpreten ni alteren nada, diciendo, “esta frase está escrita de esta manera, pero realmente significa esto…”. Sólo abran sus corazones, lean las palabras y traten de entender lo que está escrito ahí. Dejen al Buda Shakyamuni y a Nichiren Daishonin que les comuniquen sus mensajes a ustedes. En el capítulo 15, Bodhisattva de la Tierra, el Buda Shakyamuni declaró:

Despierten el poder de la fe,

¡Y hagan el bien pacientemente!

Serán capaces de escuchar el Dharma

Que nunca antes escucharon.

Ahora les relevaré.

No duden de mí. No tengan miedo.

No les diré una mentira,

Mi sabiduría es inmensurable.

El más alto Dharma que he alcanzado

Es profundo y difícil de entender.

Ahora voy a exponerlo.

Escúcheme con todos sus corazones.

Canten el Odaimoku para entender y estar cerca del Buda y de Nichiren Daishonin. Descubrirán un mundo completamente nuevo y una gran dicha…el mundo del Buda les espera. Por favor conviértanse en verdaderos bodhisattvas y busquen seriamente el sendero a la Budeidad. Tomen la medida valerosa de profundizar su fe de muchos años, y permitan al Buda regresar a sus vidas. Si genuinamente desean encontrar al Buda y experimentar su vida e iluminación, ustedes pueden. Todo ello comienza desde el corazón y desde su propia fe sincera – un paso a la vez. Es tal como la frase del capítulo Juryo (16) del Sutra del Loto, que dice, “Deseando seriamente encontrar al Buda, ellos no escatiman sus vidas”. No escatimar la propia vida significa no dejar de intentar. Como sacerdote, estoy aquí para ayudarles de cualquier forma que pueda, tal como todos los otros sacerdotes de Nichiren Shu alrededor del mundo. Queremos ayudarles a experimentar la fe, el crecimiento y a ser felices. Queremos que realmente experimenten el budismo. Voy a cerrar con mis manos juntas en posición de oración (gasshô) hacia ustedes, con profundo respeto. Me inclino y ruego al Buda que está dentro de ustedes.

Namu Myoho Renge Kyo

Rev. Shoryo Tarabini

Gohonzon Práctica independiente

18 de junio de 2025

Gohonzon Nichiren N°060

 

EL OBJETO DE DEVOCIÓN

Uno de los temas más discutidos referente a cualquier objeto religioso es si éste es sagrado o representa lo sagrado. Puesto de otra forma, ¿es una personificación real o un símbolo de lo que debe ser reverenciado en el culto? Esas preguntas sobre la naturaleza de los objetos religiosos han jugado un papel importante en la historia de la religión.

El Gohonzon funciona como la personificación de la iluminación de Nichiren. El Gohonzon no es intrínsecamente una entidad viviente con conciencia propia que personifica la iluminación del Daishonin, pero funciona en nuestra práctica como si lo fuera. Nichiren explica: "Yo, Nichiren, diluí mi vida y en ella impregné la tinta sumi, con la cual inscribí este Gojonzon, por eso, crean en él con todo su corazón. La voluntad del Buda es el Sutra del Loto, pero el alma de Nichiren no es otra cosa que Nam-myojo-rengue-kyo". (LPEND, Vol. I, p.120).

El Gohonzon ayuda a nuestra práctica tanto como símbolo, como personificación de la iluminación.

Sin embargo, debe hacerse notar que el Gohonzon como personificación de la iluminación no debe tomarse para significar la presencia misteriosa de lo divino en un objeto inanimado. El Gohonzon se convierte en la personificación de la budeidad a través de nuestra fe y nuestra práctica. En otras palabras, la importancia del Gohonzon como personificación de la budeidad de Nichiren es real y significativa únicamente hasta el punto de que el practicante ore a él con fe y visto como el ejemplo a seguir, no como una fuerza salvadora externa. El significado del Gohonzon conforme a la intención de Nichiren, en este sentido, se crea a través de la interacción dinámica entre el objeto de devoción y el devoto. Por lo tanto, el significado del Gohonzon estaría incompleto sin la fe y práctica del creyente.

MANDALA  

Mandala significa círculo en sánscrito. Esta palabra es también conocida como rueda y totalidad. Más allá de su definición como palabra, desde el punto de vista espiritual es un centro energético de equilibrio y purificación que ayuda a transformar el entorno y la mente. También se le define como un sistema ideográfico contenedor de un espacio sagrado.

Los mandalas son utilizados desde tiempos remotos. Tienen su origen en la India y se propagaron en las culturas orientales, en las indígenas de América y en los aborígenes de Australia. En la cultura occidental, fue Carl G. Jung, quien los utilizó en terapias con el objetivo de alcanzar la búsqueda de individualidad en los seres humanos. Jung solía interpretar sus sueños dibujando un mandala diariamente, en esta actividad descubrió la relación que éstos tenían con su centro y a partir de allí elaboró una teoría sobre la estructura de la psique humana.   Según Carl Jung, los mandalas representan la totalidad de la mente, abarcando tanto el consciente como el inconsciente. Afirmó que el arquetipo de estos dibujos se encuentra firmemente anclado en el subconsciente colectivo.

Los mandalas también son definidos como un diagrama cosmológico que puede ser utilizado para la meditación. Consiste en una serie de formas geométricas concéntricas organizadas en diversos niveles visuales. Las formas básicas más utilizadas son: círculos, triángulos, cuadrados y rectángulos. Estas figuras pueden ser creadas en forma bidimensional o tridimensional.

Por ejemplo, en la India hay un gran número de templos realizados en forma de mandalas. Los diseños son muy variados, pero mantienen características similares: un centro y puntos cardinales contenido en círculos y dispuestos con cierta simetría. Según la Psicología, el mandala representa al ser humano. Interactuar con ellos te ayuda a curar la fragmentación psíquica y espiritual, a manifestar tu creatividad y a reconectarte con tu ser esencial. Es como comenzar un viaje hacia tu esencia, te abre puertas hasta ahora desconocidas y hace que brote tu sabiduría interior. Integrarlas a tu vida te dará centro y la sensación de calma en medio de las tormentas. El trabajo de meditación con mandalas puede consistir en la observación o el dibujo de éstos. En el primer caso, con sólo sentarte en un lugar cómodo, lograr una respiración rítmica y profunda, y disponerte a observar algún mandala de tu elección, puede llevarte a un estado de relajación y te sentirás más alerta ante los hechos que suceden a tu alrededor.


 

 Published by Rissho Ankokukai. 1947, 1999.

Gohonzon Nichiren N°059


 ORIGENES DEL MALA O ROSARIO BUDISTA

El Budismo comenzó a propagarse a través de una enmarañada trama de caminos y senderos que comenzaron a articularse desde tiempos inmemoriales. El primer escenario del budismo, fueron la india y Asia Central. Sin duda fueron los comerciantes, a menudo nómadas, quienes los caminaron por vez primera y luego los monjes y peregrinos no tardaron en utilizarlos. Poco a Poco la creación de una comunidad monástica estructurada y disciplinada, lo convirtieron en un movimiento socio-religioso relevante.

Surgido en el norte de la India, donde se cruzaban las grandes rutas comerciales que conectaban el valle del Indo con el valle del Ganges, el budismo nació en simbiosis intensa con el mundo de los mercaderes. Todos sus lugares santos eran también núcleos urbanos importantes.

Shakyamuni y sus discípulos peregrinaron siempre por caminos repletos de caravanas y entre los primeros conversos había ya mercaderes destacados. Pero la interacción del budismo y comercio no obedecía únicamente a la coincidencia geográfica.

“Con el acrecentamiento del comercio, aparecieron ricos mercaderes de la clase vaishya que a causa de su fortuna y poder, se encontraban en condiciones de desafiar la autoridad de los Brahmanes” además el budismo “era una religión que desde el principio repudio todas las distinciones de clases y castas y se dirigió a todos”, lo cual tuvo gran aceptación entre los mercaderes y comerciantes.

Por instrucciones directa de Shakyamuni sus seguidores que, ahora como conocedores de la suprema iluminación debían viajar de región en región, difundiendo las enseñanzas, no debían viajar en grupos, sino solos.

En uno de los primeros textos budistas, Shakyamuni les dice a sus discípulos:

“Monjes, salgan y prediquen por misericordia hacia los seres sensibles, y por preocupación por el mundo. Lleven beneficios, felicidad y cuidados a dioses y hombres. No deben ir dos de ustedes al mismo lugar. Prediquen el Dharma con razón y elocuencia, de modo que sea bueno al comienzo, a la mitad y al final”.

Con este despliegue de monjes itinerantes que la gran mayoría de las veces se servían de las caravanas de los comerciantes para sus largas jornadas de marchas, el budismo hacia hincapié de esta manera en ser una religión de acción individual dentro de la convivencia social y no meramente pasiva o contemplativa.

En sus comienzos los monjes en estas peregrinaciones individuales para predicar la Ley, tenían la obligación de vivir de limosnas, viajaban ligero y aun poco tiempo después de la muerte de Shakyamuni solo cargaban con ellos algunos objetos: De acuerdo con primeros textos budistas estos indican que los monjes les estaba permitido llevar Tres mantos, una escudilla para limosnas, un paño para sentarse y un colador de agua y posteriormente una sarta de cuentas hecha de madera u otros materiales que usaban para centrarse en la oración llamadas en la india japamalas (pronunciado shápa mála), y que luego con la constante transformación y adaptabilidad del Budismo a las costumbres de los reinados y regiones donde se iba asentado cambiaria de nombre dependiendo del territorio donde se encontraba así que el Japamala, paso a llamarse, Mala, en las altas regiones de los Himalayas, Nenju o Juzus posteriormente en el Japón.

Luego del fallecimiento de Shakyamuni, lo cual ocurrió según algunos eruditos budistas en el siglo V antes de la era Común, en la india, las diferencias de opiniones entre sus discípulos originaron que a la postre se formaran varias escuelas. Shakyamuni no escribió nada, todas sus enseñanzas fue comunicada enteramente de manera oral y cada una de las escuelas desarrolló su propia interpretación de los sutras.

Con el correr del tiempo entre las escuelas predominaron dos corrientes:

La Mahayana, o “Gran Vehículo” y la

Theravada (Hinayana) o “Pequeño Vehículo”.

La rama de las enseñanzas Hinayana se expandió principalmente hacia el sur y al sureste de la india hasta Sri Lanka, Burma y Tailandia consagrándose a la práctica de los preceptos monacales y a escribir tratados doctrinales, a su vez la rama Mahayana se expandió desde el Tibet hacia el Asia Central incluyendo las regiones del Pamir y Tarim (Tajikistan y Yemen).

Un desarrollo significativo sucedió de manera paralela a la expansión del movimiento budista y fue la abertura de nuevas rutas de comercio por comerciantes Chinos a través de la India y China. Bajo la dinastía Shang, hace 3.600 años, el antiguo pueblo chino ya conocía el arte de la sericultura: la obtención de la seda del gusano del mismo nombre. Durante la dinastía Han (206 a.C.-220 d.C.), se comenzó a emplear hiladores cada vez más sofisticados para perfeccionar esta técnica y lograr la producción en gran escala.

También en esta época se inició la exportación de la seda, tanto por vía terrestre como por vía marítima, al Imperio romano y a otros países occidentales, que empezaron a conocer China a través de estas rutas y bautizaron el país con el nombre de “Seres”, que en griego significa “País de la Seda”. Gradualmente, su producción se trasladó desde su cuna en el norte de China a los territorios situados al sur del río Yangtze. Así, a través de los años, la inmensidad de Eurasia fue atravesada por rutas de comunicación que se conectaron paulatinamente hasta formar lo que hoy día se conoce como “la Ruta de la Seda”.

Sin embargo, estos antiguos caminos no tenían un nombre particular. “Ruta de la Seda” es una designación reciente, de mediados del siglo XIX, cuando el barón y geólogo alemán Ferdinand von Richthofen llamó a esta red de comercio y comunicaciones “Die Siedenstrasse” (La Ruta de la Seda). El término ha permanecido en el tiempo.

Alrededor del primer siglo a.C., el budismo comenzó su expansión a lo largo del camino de seda. “Mientras la porción norte de la India comenzaba a llenarse de stupas y templos excavados en la roca, los misioneros dirigían sus pasos a los confines del imperio, Ceilán y los lejanos montes del Hindukush.

Allí se encontraba, desde los primeros siglos de nuestra era el imperio Kushan, y el control que éste ejercía sobre los pasos de las grandes cordilleras impulsó enormemente el comercio entre China, India y Persia: la fusión de tantas culturas dio lugar a una eclosión artística sin precedentes”.

Mientras se expandía y era aceptado, comunidades enteras se convirtieron al budismo. Los monjes utilizaron numerosas cuevas a lo largo del camino las cuales decoraron profusamente. Muchas de estas cuevas tenían pinturas en las paredes e imágenes hermosas de Budas o Bodhisattvas que fueron patrocinadas por los viajeros que buscaban protección para sus viajes.

Cuevas de Mogao, situadas en la Montaña Minghsa. En el cruce de culturas contrasta la fuerza religiosa islámica con las primeras manifestaciones budistas importantes. Esto se contempla precisamente en las Cuevas de Mogao. El conjunto de 1.600 mts. de longitud y 50 mts. de alto, esta integrado por 700 cuevas correspondientes a numerosas dinastías. En 492 cuevas, se conservan esculturas pintadas y murales. Las 2.500 esculturas pintadas representan imágenes de Budas Bodhisatvas, discípulos y guardianes celestes.

“El budismo se extendió hasta China y varios monjes budistas chinos hicieron peregrinajes a la India para traer textos sagrados. Sus diarios de viaje son una extraordinaria fuente de información. Por ejemplo, el diario de Fa Xian (que describe un viaje de catorce años, entre el 399 y el 414) ha sido un aporte sustancial a nuestro conocimiento de la historia de Asia Central durante el siglo V. El diario de XuanZang (cuyo diario abarca veinticinco años, entre el 629 y el 654) tiene un valor histórico enorme”.

El budismo atravesó una gran cantidad de cambios y desarrollo en su doctrina después de la muerte de Shakyamuni. Durante la expansión por la ruta de las sedas cuando pasa de la India a China sufre adaptaciones a las costumbres del país y desarrolla características propias, un proceso similar ocurrirá luego en Japón, con las enseñanzas propiamente dichas también fueron llevados formalidades y artículos utilizados durante la práctica o liturgia.

En el texto del sutra “Mokugenkisho", menciona que el Rey Haruri le dijo a Shakyamuni:

"Mi reino es pequeño. En años recientes, ha habido hambre y pestilencia a lo largo de mi país.

Como resultado, todas las personas están muy angustiadas todo el tiempo, yo no puedo sentirme bien por eso. Nosotros estamos en una penosa situación. El tesoro de la LEY es demasiado profundo y demasiado inmenso para practicarla. Así por favor enséñeme cual es el punto principal de la Ley.

Shakyamuni oyendo esto le contesto, Rey, si usted quiere eliminar los deseos terrenales y acabar con sus sufrimientos, haga un cordón circular de 108 cuentas hecho de las semillas del árbol del tilo, Recite “Nam Buda--Nam Dharma--Nam Sangha”. Cuente una cuenta con cada recitación".

Así que, el origen de las cuentas utilizadas en la oración como este sutra lo indica, viene directamente de las instrucciones para su fabricación y uso del propio Shakyamuni. Un cordón circular de cuentas que se sostiene al rendirse culto a los Tres Tesoros, o al contar el número de recitaciones.

En la india esta sarta de cuentas se llama “Japamala” y desde sus comienzos fueron hechas de diferentes tipos de granos o semillas; utilizada entre sadhus y devotos a los fines de centrarse en las oraciones.

Los Jainistas utilizaban una sarta de 1O8 (ciento ocho) cuentas, que representaban:

12 (doce) gunas o virtudes de los Arihantas.

8 (ocho) virtudes de los Siddhas.

36 (treinta y seis) virtudes de los Acharyas.

25 (veinticinco) virtudes de los Upadhyayas.

27 (veintisiete) virtudes de los Sadhus.

Los Japamalas llegaron a Japón de China en el siglo VII luego de seguir el trayecto desde el Tibet donde se les conocen como “Malas” (collares). Pero fue durante el siglo VIII cuando realmente comenzaron a popularizarse, un monje llegado del sur de la India llamado Bodhisena visitó y le dio como presente una sarta de cuentas hecha de madera del árbol de Tilo al Emperador Shomu de Nara.

Este Japamala fue conocido después en Japón como “Nenju” o alternativamente, Juzu. (a veces o-juzu).

Nen = pensamiento, atención,

zu = para contar,

Ju = cuenta, así:

El nenju se refiere a “las cuentas usadas para la práctica atenta”, y el juzu traduce como “contando cuentas”.

El Cristianismo adopta alrededor del siglo XVI dC el Japamala, que se conoce con el nombre de "rosario", separando las cuentas de diez en diez por otras cuentas más grandes. Haciendo honor a la verdad, el "rosario" como tal no es otra cosa que una forma de oración qué empezó en el siglo XII y en el siglo XVI el Papa Pío VI, en la bula Consueverunt Romani Pontifices, establece la forma de recitar la oración que ha llegado hasta nuestros días.

En la Edad Media se llamaba chapels a las guirnaldas de flores trenzadas en primavera que gustaban de ponerse en la cabeza como adorno, o con las que decoraban los altares. En el siglo XIII, el uso se extendió, bajo la influencia de la Orden de Santo Domingo, y se trenzaban así, en honor de la Virgen, una guirnalda que se llamó “chapelet”.

El término “Rosario” no es solamente Cristiano ni es el símbolo de la rosa.

En Tíbet e India la palabra "mala" significa: collar o collar de cuentas.

En Hindi, las cuentas para la oración se llaman “japamala” que se traduce como ‘collar de rosas' o rosario. Así que al traducir la palabra “japamala” al latín quedo como “Rosarium” (el chapelet a la virgen Maria). De allí toma el nombre que ha llegado hasta nuestros días.

El Cristianismo utilizó previamente varios dispositivos contadores antes de adoptar el uso del “rosario” tales como guijarros, cordones y cadenas. Se cree que los mahometanos adoptaron el Juzu de los budistas, y el Cristianismo lo adopto de los mahometanos en la época de las Cruzadas.




Published by Rissho Ankokukai. 1947, 1999.

Gohonzon Nichiren N°058

 
Gohonzon Mandala inscrito por Nichiren, estilo formal.
Deteriorado por el tiempo

¡¡¡...LA CONCEPCIÓN BUDISTA DEL UNIVERSO, CASUALIDAD E INFINITUD...!!!

El propósito de este artículo es presentar, en forma sucinta, los principales elementos de la concepción budista del universo, entendido como la realidad toda, no en sus comienzos, tal como ella aparece en los textos más antiguos, ni en el curso de su evolución histórica, mostrando sus diferentes etapas, sino en la forma en que esta concepción asumió cuando ella fue fijada de una vez para siempre algunos siglos después de la muerte o – como prefieren los budistas - el Parinirvana de Buda.

Infinitud del Samsara

La inexistencia de comienzo (anaditva) es uno de los más importantes principios de la filosofía de la India, tanto hindú como budista. Esta teoría afirma la ausencia de comienzo para una serie de entidades, procesos, fenómenos, etc. Esta concepción de la filosofía de la India contrasta de manera notable con la más generalizada concepción de la filosofía occidental, siempre ansiosa de encontrar para cada cosa una Causa Primera, un Primer Motor, un Primer Principio, que marca un comienzo, más allá del cual es imposible ir.

La palabra samsara, que originalmente significa la serie de reencarnaciones, designa también, en un sentido más amplio, a la realidad empírica, en la cual se lleva a cabo el destino humano y la cual se opone a lo absoluto: samsara/Brahman (en el hinduismo), samsara/nirvana (en el budismo). El budismo, así como el hinduismo, sostiene que el samsara, la realidad empírica, con sus mundos, universos, hombres, dioses, etc., los procesos que tienen lugar en ella, y las leyes que la gobiernan, no ha tenido comienzo, es eterna a parte ante. La inexistencia de comienzo del samsara es afirmada en muchos  textos budistas, como por ejemplo el Samyutta Nikaya, donde en el comienzo de sus primeros cuatro suttas Buda declara: “El samsara, oh bhikkhus [monjes], es carente de límite. Un primer extremo [de la sucesión] de seres envueltos en la ignorancia, encadenados al deseo, que vagan [en el samsara], que están transmigrando, no es conocido”.

Infinitud del espacio

A la eternidad que el budismo atribuye a la realidad empírica le corresponde la infinitud espacial. La realidad empírica se extiende en una forma ilimitada en las diez regiones del espacio.

Una estrofa del Buddhavamsa  afirma que cuatro cosas están más allá de toda medida: el número de seres, el espacio, el número de universos o sistemas de mundos y el conocimiento de un Buda    La afirmación de la infinitud del espacio es frecuentemente encontrada en los textos palis con relación a las etapas de la meditación y a los niveles de la liberación alcanzada a través de ella, como por ejemplo el Digha Nikaya, que dice: “Y además ... el monje, yendo por completo más allá de la conciencia de la forma, con la desaparición de la conciencia de la resistencia, no prestando atención a la conciencia de la diversidad, vive habiendo alcanzado el dominio de la infinitud del espacio con su mente centrada en la idea: “El espacio es infinito”.
Un pasaje del Sutra del Loto describe de una manera impresionante la profundidad del universo: “Existe, en el nadir, más allá de  incalculables cientos de miles de diez millones de cien mil millones de universos, un universo llamado Ratnavishuddha”. Y el número infinito de mundos que habitan el espacio infinito - al cual nos referiremos a continuación - requiere un espacio ilimitado, en el cual esos mundos puedan ser ubicados.

Infinito Número de Mundos

Este espacio ilimitado, como se ve por los textos previamente citados, está ocupado por millones de millones de mundos, diseminados en todas direcciones. Muchos textos se refieren al número infinito de mundos que llenan el espacio: “Oh Shariputra, existe en la región occidental del espacio, más allá de diez millones de Mundos de Buda, un Mundo de Buda llamado Sukhavati”.  “Existen a partir de aquí numerosos millares de Mundos de Buda; el otro límite de los miles de Mundos de Buda no es conocido. Otro límite de los Mundos de Buda vacíos no es conocido; otro límite de los miles de universos no es conocido”.

“En la región del Sur, más allá de universos tan numerosos como las arenas del Ganges y en el límite extremo de estos universos, está situado el universo llamado Sarva­shoka­pa­ga­ta; su buda se llama Ashokashri y su bodhisattva Vigatashoka. En la región del Oeste, más allá de universos tan numerosos como las arenas del Ganges y en el límite extremo de estos universos, está situado el universo llamado Upashanta; su buda se llama Ratnarchis y su bodhisattva Charitramati. En la región del Norte, más allá de universos tan numerosos como las arenas del Ganges y en el límite extremo de esos universos, está situado el universo llamado Jaya; su buda se llama Jayendra y su bodhisattva Jaya­datta.

En la región del nadir, más allá de universos tan numerosos como las arenas del Ganges y en el límite extremo de esos universos, está situado el universo llamado Pad­ma; su buda se llama Padmashri y su bodhi­sattva Padmottara. En la región del zenith, más allá de universos tan numerosos como las arenas del Ganges y en el límite extremo de esos universos, se encuentra el universo llamado Nanda; su buda se llama Nandashri y su bodhisattva Nandadatta”. “Los rayos se lanzaron a través de la región del Este y sus universos tan numerosos como las arenas del Ganges, y lo mismo ocurrió en las diez regiones”.

Se dice en el Tsa a han king (Samyuktagamasutra): “Cuando llueve muy fuerte, las gotas de lluvia están tan juntas que no se les puede contar. Lo mismo ocurre con los universos. Yo veo en la región del este innumerables universos que nacen, subsisten o perecen. Su número es muy grande y desafía todo cálculo. Lo mismo ocurre en las diez regiones”. Por su parte, el Ti tsang pu sa pên yüan ching dice: “…desde incontables universos hacia las diez direcciones del espacio”.
En el Capítulo VII del Sutra del Loto se encuentran numerosas referencias al número infinito de mundos.

Así el número de universos en cada región del espacio es mencionado de una manera general: “En las diez  regiones del espacio, en cada una de ellas, los quinientos millares de diez millones de cien mil millones de mundos temblaron”.  Y en las páginas siguientes  se usa la misma expresión para indicar en forma individual el infinito número de universos en cada región del espacio. En varios sitios, se señala también el número infinito de los mundos: “¿Qué pensáis, oh monjes, es posible llegar por el cálculo al fin, al límite de los sistemas de mundos?” Ellos dijeron: "No, Señor; no, Bien Encaminado". En estas características de la realidad empírica, propias de la concepción budista, se revela un ansia de infinitud, una voluntad de no permanecer encerrado dentro de estrechos límites espacio-temporales ‑ ansia y voluntad que son en verdad propias de la Cultura de la India en la cual el Budismo hunde sus raíces.

Infinito Número de Seres

Los incontables universos en el ilimitado espacio están poblados por un infinito número de seres (satta / sattva). Esta es una antigua concepción que es señalada en Buddhavamsa I, 64, y Atthasalini, p. 131, ya citados. Podemos agregar los siguientes textos en los que esta doctrina también aparece: “Por fin, los seres como el gran océano son sin comienzo, sin medio, y sin fin. Un inteligente maestro en cálculo que hiciera la cuenta de ellos durante innumerables años, no llegaría nunca al fin del cálculo”. Es así que Buda dijo al Bodhisattva Akshayamati: "Si todos los universos de las diez regiones hasta los confines del espacio formara una sola masa de agua, y entonces seres innumerables e incalculables fuesen, cada uno con un cabello, a extraer de él una gotita, quedaría aún un número incalculable de seres. Si al llevarse de esta manera una gotita con un cabello, ellos llegasen a agotar completamente esta gran masa de agua, el número de los seres sin embargo no se agotaría." Es porque el número de los seres es ilimitado (ananta), inmenso (apramana), incalculable (asamkhyeya) e inconcebible (acintya).

La doctrina de lo ilimitado del número de seres es mencionada con relación al número infinito de seres que son llevados al nirvana, la meta salvífica, por cada uno de los Budas que aparecen en los mundos: “No existe un límite para los tres mundos. Como es el espacio, así son de infinitos los mundos. Y, por lo tanto, no llegan a la existencia seres que no han existido antes y, a pesar de que el parinirvana de innumerables seres se produce con ocasión de la aparición de cada Buda, no existe un límite para el número de los seres, como [no existe un límite para] el espacio”.

El Shou chang lun (Hasta-danda-shastra), atribuido a Shakyakirti (?) y traducido por I-Tsing, un tratado que refuta la creencia herética en la existencia de un apurvasattva, es decir de un ser que no existió antes, cita en su comienzo el mencionado pasaje del Abhidharmakosha de Vasubandhu.

El Ti tsang pu sa pên yüan ching se refiere al número infinito de seres que asiste a la Gran Asamblea en que Shakyamuni va a predicar: “En aquella ocasión Buda Shakyamuni le dijo al Bodhisattva Mahasattva Mañjushri, hijo del rey del Dharma: “Ya que tú ves a todos estos Budas, Bodhisattvas, y Dioses, nagas, pretas, espíritus de este mundo y de los otros mundos, de esta región y de otras regiones, que han venido y están ahora reunidos en asamblea en el cielo de los Treintraitrés Dioses, ¿sabes acaso su número o no?” Mañjushri le dijo a Buda: “Oh Bhagavant, aún cuando con mi poder extraordinario, durante mil períodos cósmicos, yo calculara [su número], yo sería incapaz de saberlo.” Buda dijo a Mañjushri: “`Aunque yo los veo con mi ojo de Buda, con todo su número no puede ser agotado”.

El Sutra del Loto contiene numerosas referencias al número infinito de seres, por ejemplo, con relación al número de seres que asistieron a la Asamblea de Buda en Rajagriha se dice: “Yo y estos numerosos diez millones de seres parados aquí; No existe cálculo de los discípulos reunidos allí; los discípulos del Sugata son innumerables; Muchos monjes y también monjas, numerosos como las arenas del Ganges; Bodhisattvas [numerosos] como las arenas del Ganges; Veinte veces diez millones de Bodhisattvas; Muchos Bodhisattvas [numerosos] como las arenas del Ganges; Con ochenta mil Bodhisattvas salvadores de muchos cientos de miles de diez millones de cien mil millones de seres; En un vehículo ellos condujeron a su completa maduración a inconcebibles miles de diez millones de seres; Confortando a mucho inconcebibles diez  millones de seres: (...) vosotros seréis Budas después de mí”

Infinito Número de Budas

Como los seres, también los Budas son innumerables. Su función es salvar a los seres y conducirlos a la iluminación. La idea del infinito número de Budas tuvo un modesto origen. Desde el comienzo del budismo, los textos mencionan la existencia de algunos Budas del pasado. Su número es al principio pequeño, pero gradualmente aumenta y alcanza muy grandes proporciones.

En numerosos textos del mahayana el número de los Budas llega a ser casi infinito y ellos son ubicados en el pasado, el presente y el futuro y en toda la extensión del espacio: “Entonces aquellos  Bodhisattvas dijeron así: "Oh Señor Bhagavant, esta dharani ha sido oída y captada por nosotros cuando los Budas Bhagavants del pasado, tan numerosos como las arenas del río Ganges, permanecieron, vivieron, existieron". Otros dijeron así: "... tan numerosos como las arenas de dos ríos Ganges". Otros: "... de tres ...". Otros: "... de cuatro ...". Otros: "... de cinco ...". Otros: "... de seis ...". Otros: "... de siete ...". Otros: "... de ocho ...". Otros dijeron así: "... de nueve ...". Tathagatas tan numerosos como el polvo de los átomos de diez veces diez millones de Mundos de Buda mostraron sus rostros”.

“El primer extremo de los Budas del pasado no es conocido ... ni de aquellos que tomaron el voto de obtener la Iluminación ... ; ... ni de aquellos que no están expuestos a decaer ... ni de aquellos que alcanzaron el estado de consagración ...;  ... ni de aquellos que viven entre los Dioses Tushita ... ni de aquellos que caen desde el cielo de los Dioses Tushita ...;  ... ni de aquellos que yacen en la matriz de su madre ... ni de aquellos que se encuentran en la matriz de su madre ...; ... ni de aquellos Héroes que están naciendo ... ni de aquellos Salvadores del mundo que han nacido ...; ... ni de aquellos que son tomados del regazo de su madre ... ni de aquellos que hacen los [siete] pasos ...; ... ni de aquellos que se ríen con una risa fuerte ... ni de aquellos  que contemplan las regiones del espacio ...;  ... ni de aquellos que son llevados en el regazo (de sus madres) ... ni de aquellos que son asistidos por los Gandharvas ...;  ... ni de aquellos que parten de sus casas ... ni de aquellos que se acercan al Arbol de la Bodhi ...;  ... ni de aquellos que alcanzan el conocimiento de un Tathagata ... ni de aquellos que ponen en movimiento la Rueda de la Ley...;  ... ni de aquellos que convierten a diez millones de seres ... ni de aquellos que lanzan el Rugido del León ...;  ... ni de aquellos que abandonan los factores condicionantes de la vida ... ni de aquellos Héroes que están extinguidos ...;  ... ni de aquellos que permanecen extinguidos ... ni es conocido el primer extremo de aquellos Héroes que están cremados”. “Incontables Tathagatas, Arhants, Perfectamente Iluminados han sido honrados [por mí = Shakya­muni]”.

En el Saddharmapundarikasutra (Sutra del Loto) se encuentran numerosas referencias a los incontables Budas del pasado, del presente y del futuro. Mencionamos algunas de ellas: “Los inconcebibles muchos diez millones de futuros Budas que no tienen medida; No existe en modo alguno medida para aquellos que en el pasado en incontables períodos cósmicos han sido los numerosos miles de Budas, los Tathagatas anteriores  completamente extinguidos; Después, muchos cientos de miles de diez millones de cien mil millones de Budas fueron vistos y venerados [por ellos: los ocho hijos de Chandrasuryapradipa]; Tathagatas que han rendido homenaje a muchos cientos de miles de millones de Budas, que han cumplido su Carrera bajo la guía de muchos cientos de miles de diez  millones de cien mil millones de Budas”.

Concepción Dinámica

Podemos decir que el budismo tiene una concepción dinámica de la realidad. Esta se manifiesta en la peculiar doctrina de los dharmas. Los dharmas son los elementos, los factores constitutivos de todo lo que existe. Todo lo que es "material", como el cuerpo humano, está constituido por dharmas materiales. Los fenómenos "mentales" como percepciones, sensaciones, voliciones, actos de conciencia no son nada más que dharmas. Y el hombre es solamente un agregado psico-físico de dharmas materiales y de dharmas mentales. La Realidad, en su integridad, es asimismo nada más que dramas, aislados o acumulados.

Los dharmas son insustanciales (anatman), porque (usando la terminología occidental) ellos no existen in se et per se, o (usando la terminología budista) ellos no existen svabhavena, es decir ellos no poseen un ser propio; son  dependientes, producidos por causas y condiciones. Y además de esto, desde el primer período del pensamiento budista, los dharmas son concebidos como impermanentes (anitya). Pero, en el budismo hinayana algunas sectas agregaron a los dharmas el atributo de la instantaneidad. Entre estas sectas están los sarvastivadins, los vatsiputriyas, los mahishasakas y los kashyapiyas y las sectas derivadas de éstas, de acuerdo con los datos aportados por Vasumitra.

Buddhaghosa informa que las sectas de los pubbaseliyas y la de los aparaseliyas, ambas derivadas de los mahasanghikas, afirmaban la instantaneidad de los dharmas. Vasubandhu, que expone el punto de vista abhidhármico de los sarvastivadins-vaibhash­i­kas, enfáticamente dice que "lo que es condicionado es momentáneo" (samskrita kshanikam); y el bhashya ad locum confirma esta idea. Yashomitra ad Abhidharmakosha II, 46 b, p. 262, línea 26, se refiere a los vaibhashikas con el término kshanikavadin, es decir "sostenedores de la instantaneidad". Por el contrario los theravadins, de acuerdo con el texto citado del Kathavatthu, no aceptaban la instantaneidad de los dharmas, y esto explica por qué ellos permanecieron adheridos a la concepción realista del mundo. Esta tesis de la instantaneidad de los dharmas prevalecerá en el budismo mahayana y dará lugar a su concepción idealista de la realidad, como veremos más adelante.
Los dharmas, tan pronto aparecen, desaparecen, y son reemplazados por otros dharmas de la misma especie mientras las causas que provocaron la aparición del dharma reemplazado continúen existiendo. Así la realidad es una acumulación de series de dharmas, en un proceso de reemplazo vertiginoso y constante.  El resultado es que, como dice D.N. Shastri: “la realidad, de acuerdo con los budistas, no es  estática; es dinámica. No es ser; es devenir".

La naturaleza dinámica de la realidad se manifiesta no sólo en los elementos, los dharmas, que constituyen su fundamento, sino también en la realidad misma, tomada como un todo, ya que ella está en un proceso sin comienzo de alternancia cíclica de creaciones y destrucciones. Esta  concepción 48 es formulada en el Anguttara Nikaya  donde se dice que en cada período cósmico (kappa / kalpa) existen cuatro períodos incalculables (asankheyyani): 1º, el período de samvatta, completa destrucción, disolución ("ciclo de in-volución"); 2º, el período durante el cual el estado alcanzado por la completa destrucción se mantiene (samvattatthayin); 3º, el período de vivatta (creación, "ciclo de e-volución"), y  4º, el período durante el cual el estado alcanzado por la creación se mantiene (vivattatthayin). Cada uno de estos períodos dura un incalculable número de años.

Esta teoría cosmológica es mencionada en numerosos textos como por ejemplo: “Existe un tiempo, oh Vasettha, en que en un momento u otro, al fin de un largo período, este  universo es destruido ... Existe un tiempo, oh Vasettha, en que en un momento u otro, al fin de un largo período, este universo es creado”. Buddhaghosa afirma: “Recordando su anterior estado de existencia, el monje, que recuerda los ciclos cósmicos, recuerda en esos ciclos cósmicos numerosos ciclos de destrucción, numerosos ciclos de creación, numerosos ciclos de destrucción y creación”  . Por su parte, el Ta chih tu lun: “Yo veo en la región del este innumerables universos que nacen, que subsisten y que perecen. Su número es muy grande y desafía todo cálculo. Lo mismo ocurre en las diez regiones”.

Las Leyes que Regulan Nuestro Mundo

La realidad empírica tal como es concebida en el budismo, ilimitada en el espacio, sin comienzo en el tiempo, con su inmenso número de mundos, en constante proceso de cambio, no es un universo caótico. La realidad empírica está sometida a leyes, principios, normas, que regulan su existencia y su comportamiento, que determinan lo que necesariamente debe suceder y viceversa lo que necesariamente no puede suceder en determinadas circunstancias, es decir, cuando determinadas causas y condiciones ocurren o no ocurren.
Gracias a estas leyes el universo aparece como un sistema organizado, como un  cosmos. Podemos considerar que esta concepción budista de un universo regulado está enraizada en la antigua concepción védica de un orden cósmico (rita) que es (en el vedismo), o bien un producto de las normas impuestas por los dioses o un principio autónomo que se impone por sí mismo.

La Ley de la Causalidad y su Universalidad

Todo lo que existe está, para el Budismo, bajo el dominio de la ley de la causalidad                   (paticcasamuppada / pratityasamut­pa­da), condensada en la conocida fórmula: asmin sati, idam bhavati: “dado esto, ocurre aquello”. Nada ocurre en el dominio de la existencia debido al azar, casualmente. Todo es el producto de la conjunción de una multiplicidad de causas. Nada llega a la existencia, permanece en ella o sale de ella sin la intervención de una o muchas causas. Todo es dependiente, pratityasamutpanna. Esta concepción tuvo un desarrollo notable en los sutras de la Pra­jña­pa­ra­mi­ta o Perfección del Conocimiento, y alcanza su extrema expresión en la teoría madhyamika de la vaciedad (shunyata), ausencia de un ser propio (svabha­vashunyata).

Esta ley de la causalidad es la gran ley del universo. La universalidad de la ley de la causalidad se revela en el hecho de que ella constituye el fundamento de uno de los tilakkhana / trilakshana, es decir, las tres características universales de la realidad: todo es anattan / anatman, es decir insustancial, carente de un ser propio, carente de una existencia in se et per se. El principio: sabbe dhamma anatta o sabbam anatta o “todo es insustancial” se encuentra en muchos textos palis. Y todo es insustancial precisamente porque todo es dependiente, pratityasamutpanna, como lo señalan los siguientes textos:

Nagarjuna sostiene: “Lo que ha surgido de condiciones ha sido declarado por Ti como no-surgido; eso no ha nacido con un ser propio, por lo tanto ha sido proclamado “vacío” ”. “Lo que es el Surgimiento Condicionado, eso en verdad ha sido considerado por Ti “Vaciedad”  (es decir dependencia = insustancialidad)”. Y el mismo Nagarjuna dice: “Lo que surge dependiendo de esta o aquella [causa] ‑ eso no es producido como una cosa con ser propio”. Chandrakirti, en su Prasannapada, cita cuatro veces la siguiente estrofa: “Lo que es nacido de condiciones, eso es no nacido en realidad, no tiene un surgimiento con ser [variante: con ser propio]; lo que es dependiente de condiciones, eso es llamado “vacío”. El que conoce la vaciedad, no es negligente.” Prajñakaramati, Pañjika, cita esta estrofa (con las indicadas variantes y sin mencionar la fuente). Chandra­kirti señala que esta estrofa proviene del An­ava­tap­ta­hra­da­pa­samkra­ma­na­sutra.

Muchos textos del budismo mahayana explícitamente afirman que todo es dependiente de causas, es decir que todo es pratityasamupanna, como por ejemplo: Lalitavistara: “Los dharmas son dependientes de causa, vacíos de existencia [real]”. “Estos dharmas son surgidos en dependencia”. “El mundo surgido en dependencia es vacío”. “Todos estos dharmas han nacido dependiendo de una causa”. Saddharmapundarika señala que: “Todos estos seres han surgido en dependencia”. Nagarjuna, Madhyamakashastra: “No existe un solo dharma que no haya surgido en dependencia”. Aryadeva, Catushatak señala que : “Una existencia que no sea en dependencia no existe nunca para nada en ningún lugar”.

El mismo Chandrakirti cita, ibidem, un dicho del Bhagavant: “El [sabio] conoce que los dharmas son con causas, con condiciones; la naturaleza de los dharmas no es sin causas, sin condiciones”. La expresión de la misma idea se encuentra en una afirmación de Shantideva: “Debido a la causalidad no existe nada auto-dependiente”, que es comentada por Prajñakaramati ad locum: “Todo esto tiene una naturaleza que ha sido producida sólo por la causalidad. Nada existe surgido en forma auto-dependiente”, y en otro pasaje: “Así todo es dependiente de otro”.

Importancia de la ley de la causalidad

El paticcasamuppada / pratityasamutpada o ley de la causalidad ha sido siempre una teoría fundamental del budismo, desde su orígenes, a lo largo de toda su extensa historia de 2500 años, ya sea cuando designaba la cadena de los doce dharmas que explican la producción del sufrimiento o cuando ella llegó a designar la contingencia universal como la suprema ley de la realidad. La importancia que posee la ley de la causalidad es también indicativa de su universalidad. Esta importancia se manifiesta en muchos hechos.
El paticcasamuppada / pratityasamutpada, o ley de la causalidad, como la cadena de doce miembros, constituye un desarrollo de la Segunda y Tercera Nobles Verdades del Budismo, que explican cómo surge el sufrimiento y cómo puede ser suprimido. Y, como la contingencia universal, es la base  de la filosofía madhyamika (nihilista) y de la filosofía yogachara (idealista). Esta ley de la causalidad es considerado por Buda como su Dharma: “Esto ha sido dicho por el Bhagavant: El que ve el Surgimiento Condicionado ve la Doctrina (= Dharma), el que ve la Doctrina ve el Surgimiento Condicionado”. El Shalistamba Sutra en su comienzo afirma de una manera similar: “Oh Bhikshus, quien ve el Surgimiento Condicionado, ve el Dharma; quien ve el Dharma, ve a Buda”. De acuerdo con el Aryapratityasamutpada-namamahayanasutra, p. 71 infra: “Este Surgimiento Condicionado es el dharmakaya o Cuerpo de la Doctrina propio de los Tathagatas, el que ve el Surgimiento Condicionado, ve al Tathagata”.

El paticcasamuppada / pratityasamutpada, o ley de la causalidad es también considerado por Buda como el ariyo ñayo, el noble método (budista): “Y ¿cuál es el noble método (budista) que él [= el discípulo de Buda] ha visto bien y ha intuido bien? En este mundo, oh jefe de familia, el noble discípulo [de Buda] reflexiona bien y a fondo sobre el surgimiento condicionado: dado esto, se produce aquello; con el surgimiento de esto, aquello surge; no dado esto, aquello no se produce; con la cesación de esto, aquello cesa; así, condicionados por la ignorancia, los samskharas [surgen] ... éste es el noble método [budista] que él ha visto bien y ha intuido bien”.

Muchos textos expresan que el descubrimiento por Buda del paticcasamuppada / pratitya-samutpada tuvo lugar durante la guardia media, o durante la última guardia, de la noche en que Él alcanzó la bodhi (Iluminación). Esto indica la importancia que esta doctrina posee al haber sido descubierta en el momento más significativo de la vida de Buda. Buda mismo alaba al paticcasamuppada / pratitya­sa­mut­pa­da porque es profundo (gambhira) y parece profundo y señala que, por no comprender esta doctrina, por no penetrar en ella, la gente se encuentra en un estado confuso de la mente.

Y es un hecho muy conocido que la teoría del paticcasamuppa­da / pratityasamutpada, o ley de la causalidad, es mencionada, desarrollada, explicada, comentada en una forma breve o extensa en numerosos textos budistas. Existen incluso  suttas, sutras, shastras dedicados a esta teoría. Y muchas veces Buda es exaltado como el descubridor de esta teoría. Antiguos autores brahmánicos se han referido a esta teoría budista para discutirla y criticarla, y muchos estudiosos modernos se han ocupado de ella y han señalado su extrema importancia en la filosofía budista.

Interdependencia Universal

La más estricta causalidad que gobierna la realidad empírica en su integridad implica, como un corolario, la interdependencia de todo lo que existe, ya que cada cosa es producida como efecto por la conjunción de una multiplicidad de cosas que actúan como causas; y consecuentemente cada una de esas cosas que actúan como causa es a su vez producida como efecto por la conjunción de una multiplicidad de otras cosas que también actúan como causas, y así sucesivamente en un proceso hacia atrás que no tiene comienzo. La necesidad de una pluralidad de causas y/o condiciones para el surgimiento de algo es afirmada en muchos textos, como por ejemplo:

Vasubandhu, Abhidharmakosha: “El agregado-forma, el agregado-sensación, el agregado-percepción, el agregado-volición y el agregado conciencia son los dharmas samskrita [condicionados]. Ellos son condicionados porque son producidos por condiciones que se han reunido, es decir que están juntas, porque no existe nada producido por una [sola] condición”.

Buddhaghosa, Visuddhimagga, declara: “Aquí [alguien] dice: “Es la ignorancia sola la condición determinante de los sankharas, o existen otras condiciones? ¿Qué significa esto?  Si [es la ignorancia] sola, entonces la [falsa] teoría de una sola causa ocurre, si existen otras causas, entonces la enseñanza de una sola causa según ha sido expresada en [la conocida fórmula] “los sankhara están condicionados por la ignorancia” no tiene lugar. No, ésta no tiene [realmente] lugar. ¿Por qué? Porque: En el mundo a partir de uno ni uno ni muchos, y un solo efecto no es [producido] a partir de muchos... Porque en el mundo a partir de una única causa no es [producido] ningún único efecto ni muchos; por muchas causas un único [efecto] no es tampoco [producido]; por muchas causas muchos [efectos] son ciertamente [producidos].

Así a partir de muchas causas llamadas “clima, tierra, semilla, agua”, etc., se ven surgir muchos efectos como forma, olor, gusto etc., llamados “brote”.Un proceso similar tiene lugar con relación a los efectos. Cada una de las cosas que son producidas como efecto, actuando como causa, en conjunción con una multiplicidad de otras cosas, que también actúan como causas, produce otras cosas como efectos, y así en un proceso hacia adelante sin fin.

Podemos considerar que esta idea está a la base de la explicación dada en Milindapañho.79 Nagasena expresa que avijja, la ignorancia, es la raíz de los tres tiempos, que a partir de ella surgen los otros miembros del paticcasamuppada, y que por todo el tiempo no se conoce un “primer fin”, i.e. un comienzo. A pedido del rey, Nagasena da tres ilustraciones que implican que el paticcasamuppada gira incesantemente, como una rueda, que este movimiento no tiene ni comienzo ni fin, y que en este proceso dinámico los efectos se comportan como causas de otros efectos. La primera ilustración concierne al mecanismo de "la semilla-el brote-el fruto" [bija-ankura-phala]: de la semilla, el brote, del brote, el fruto, del fruto de nuevo la semilla [bija], y así sucesivamente. La segunda ilustración es la de "el huevo y la gallina" que se hacen surgir uno al otro.

La tercera ilustración pone de manifiesto la concepción circular del paticcasamuppada o ley de la causalidad. “El thera [monje] dibujó un círculo en la tierra y le dijo al rey Milinda: ¿Existe algún fin para este círculo? No, Señor, no existe”. Con referencia a esta última ilustración Nagasena introduce otros "círculos" mencionados por Buda. “Tales son, oh Gran rey, estos círculos mencionados por el Bhagavant: dependiendo del ojo y dependiendo de la forma-color surge la-conciencia-del-ojo [= la visión], la unión de los tres es el contacto, dependiendo del contacto surge la sensación, dependiendo de la sensación surge la sed [= el deseo], dependiendo de la sed surge el apego, dependiendo del apego surge el kamma [= karman], y del kamma el ojo de nuevo surge. ¿Existe algún fin para esta serie? No, Señor, no existe”. El mismo razonamiento es aplicado a los otros órganos de los sentidos, que incluyen a la mente (manas).

El Pratityasamutpadahridayakarika, erróneamente atribuido a Nagarjuna, afirma la naturaleza circular de la ley de la causalidad, su eterno movimiento giratorio (expresado por la metáfora de la rueda que nunca se detiene), y que los efectos se convierten en causas: De los tres [la ignorancia, avidya, el deseo, trishna, y el apego, upadana = los llamados klesha, impurezas] surgen los dos [los samskaras, impresiones subliminales, y el bhava, devenir o serie de existencia sucesivas, es decir, los llamados karma, acción y retribución moral de la acción], de los dos surgen los siete [la conciencia, vijñana, la individualidad, namarupa, los seis dominios correspondientes a los seis sentidos y sus respectivos objetos, shad-ayatana, el contacto de los sentidos con sus respectivos objetos, sparsha, la sensación, vedana, el nuevo nacimiento, jati, la vejez y la muerte, jara-marana, es decir los llamados dukkha, sufrimiento] y de los siete surgen de nuevo los tres: así gira [sin cesar] esta rueda de la existencia.

El Abhidharmakosha de Vasubandhu tiene: “De esta manera el nacimiento es causado por la impureza y por la acción; la impureza y la acción son causadas a su vez por el [nacimiento]; y de nuevo el nacimiento es [producido] por ellos [= la impureza y la acción] - así la rueda sin inicio de la existencia ha de ser conocida”.Y, finalmente, encontramos en Buddhaghosa, Visuddhimagga: “Con sus tres ciclos [ella] gira sin cesar - aquí los sankharas o impresiones subliminales y el bhava o existencia son el ciclo del kamma, es decir la acción; la avijja, ignorancia, la tanha, sed o deseo , y el upadana, apego, son el ciclo de los kilesa, es decir las impurezas; el viññana, conciencia, el namarupa, individualidad, los salayatana, seis dominios, el phassa, contacto, y la vedana, sensación, son el ciclo del vipaka, es decir el resultado - esta rueda de la existencia, que consiste en tres ciclos, porque tiene estos tres [mencionados] ciclos, que no se detiene debido a una causalidad que no se interrumpe, gira con un rodar incesante, mientras el ciclo de las impurezas [kilesa] no sea destruido - así debe ser conocido”.

El resultado de esta interdependencia de causas y efectos que compenetra a toda la realidad es una "red" que interrelaciona a todas las cosas existentes entre sí - momentáneas, evanescentes, interconectadas por relaciones de causalidad, actuando todas ellas al mismo tiempo como efecto y causa. La universal interdependencia es otra gran ley de la existencia. Y es sobre ella que el budismo construye una ética de la solidaridad entre todos los seres vivos, humanos, animales, plantas, la naturaleza no-consciente y las cosas.

Otras Leyes

La ley de la causalidad se manifiesta en otras leyes que regulan el orden físico, el orden moral, y el curso de la acción salvífica. Como ejemplo de ley referente al orden físico, los textos budistas mencionan la inevitable destrucción de todo lo que surge, que afecta al cuerpo humano y a toda clase de vida en la naturaleza, siendo el tiempo el factor que permite el funcionamiento de esta ley. Esta ley es expresada en la conocida formula: “Todo lo que surge está sujeto a destrucción”.

Un ejemplo de ley referente al orden moral es la ley del karman / kamma o retribución moral de las acciones. Toda acción, buena o mala, origina méritos o deméritos y exige necesariamente premio o castigo en esta vida o en otras existencias futuras. Todo el destino de los seres depende de su karman, es decir de la calidad moral de las acciones que han llevado a cabo en sus existencias anteriores.

El Majjhima Nikaya claramente expresa esta doctrina: “Ahora, querido Gotama, ¿cual es la causa, cuál es la razón de que se vea entre los seres la bajeza y la excelencia, cuando ellos nacen como humanos?  Porque, querido Gotama, se ven seres humanos de corta vida, se ven de larga vida, se ven con muchas enfermedades, se ven con pocas enfermedades, se ven de aspecto feo, se ven de aspecto hermoso, se ven de poco poder, se ven de gran poder, se ven de poca riqueza, se ven de gran riqueza, se ven de familia de clase baja, se ven de familia de clase alta, se ven de escasa inteligencia, se ven inteligentes... Oh joven, los seres son propietarios de su karman, son herederos de su karman; su karman es su matriz, su karman es su pariente, su karman es su protector.

El karman divide a los seres ‑ en términos de `bajeza' y `excelencia'”. Cf. Anguttara Nikaya II:  “el karman explica por qué algunas mujeres son hermosas, ricas, etc. y otras no; Ta chi tu lun  :“el karman es la causa por la cual algunas personas no ven a un Buda pero consiguen para comer y beber, mientras que otras ven a un Buda pero no consiguen comida ni bebida”.

En el Majjhima Nikaya Buda describe las cuatro clases de acciones que pueden ser llevadas a cabo por los hombres indicando las consecuencias de cada una de estas clases de acciones. Concluye cada una de sus cuatro exposiciones con las siguientes palabras, que condensan la importancia esencial de la doctrina del karman: “El renacer de un ser es a partir de lo que ha llegado a ser; de acuerdo con lo que hace, así renace ... Yo digo así: los seres son herederos de su karman”. El más grandioso ejemplo de la aplicación de la ley del karman es dado por el mismo Shakyamuni, el fundador del budismo, quien, después de un número infinito de reencarnaciones o renacimientos en los que Él acumuló méritos ilimitados, alcanzó la condición de Buda.

El destino de los seres, en todos sus aspectos, como se ve por los textos citados del Majjhima Nikaya III, depende de sus actos, de su karman. Pero la incidencia del karman de cualquier individuo no se limita a él solo; junto con el karman de otros individuos, el karman posee una fuerza colectiva que determina el destino del universo: su destrucción y su nueva creación, los rasgos especiales que ha de poseer en su nuevo estado de existencia, los acontecimientos que ocurrirán en él, etc.

Esta doctrina es mencionada muchas veces por Vasubandhu, Abhidharmakosha, Libro III, al describir el bhajanaloka, es decir el mundo en que los seres han de existir: “Ellos sostienen que la disposición del universo que consiste en tres mil grandes millares de sistemas de mundos es de este modo: abajo está el círculo de viento ubicado en el espacio, llegado a la existencia por el poder soberano del karman de todos los seres;” “Por el [poder de los] karmans de los seres las nubes, reuniéndose, vierten su agua mediante gotas de la medida de un aksha”; “¿Por qué estas aguas [las que forman el círculo de las aguas] no fluyen vertiéndose hacia los costados? [Ellas no lo hacen] debido al poder del karman de los seres;” “Y entonces estas aguas agitadas por los vientos producidos por la fuerza del karman de los seres se convierten en oro en la parte superior”; “Y entonces el oro y las demás cosas, producidas de esta manera, son reunidos y acumulados por los vientos, puestos en movimiento por la fuerza del karman, y ellos se convierten en las montañas y en los continentes”;

“¿Cómo entonces ellos [los narakapalas, o guardianes de los infiernos] se mueven? [Ellos se mueven] por la fuerza de los karmans de los seres, como los vientos de la creación” , “¿En qué están establecidos la luna y el sol? En el viento. Los vientos producidos por el poder soberano del karman colectivo giran alrededor del  Sumeru como un remolino” ; “Por debajo y por afuera de la mansión del sol se produce un círculo de cristal, quemando e iluminando, por debajo de la mansión de la luna uno de agua, frío y brillante. Por [la fuerza de] los karmans de los seres ellos [: ambos círculos] están, de acuerdo con las circunstancias, para conferir beneficios al ojo, al cuerpo, a los frutos, a las flores, a los granos, a las hierbas y para dañar[los]” ;

“Debido al crimen intensamente practicado [por los hombres] las cosas externas [de acuerdo con el comentario: las plantas y la tierra, etc.] se tornan de poca vitalidad. Debido el robo, están sometidas a [lluvias de] piedras y polvo; debido a la mala conducta sexual ellas están cubiertas de polvo; debido a la mentira ellas tienen mal olor; debido a la calumnia ellas suben y bajan; debido a las palabras rudas, ellas están impregnadas de sal y son áridas, son tierras pobres, malas; cuando existe la charla vana, el cambio de estaciones es irregular; debido a la codicia [las tierras] producen frutos secos; debido a la malicia ellas producen frutos ácidos; debido a los puntos de vista erróneos ellas producen pocos frutos o no producen ningún fruto. Este es el efecto del poder soberano de estas malas acciones (karman)”

“Entonces, una vez que el bhajanaloka está vacío debido a la extinción del karman de los seres que en él moran ‑ [el karman] que [previamente había] producido ese [bhajanaloka], siete soles, que van apareciendo gradualmente, queman todo hasta la tierra y el Monte Sumeru” ; “Así el mundo, que ha desaparecido de esta manera, durante un largo tiempo permanece siendo sólo espacio hasta que nuevamente, por el poder soberano del karman de los seres, vientos suaves se difunden por el espacio, como signos previos de los mundos [bhajanalokas] [que van a aparecer en el futuro]”.

Del mismo modo el Li shih a p'i t'an lun (Lokaprajñaptyabhidharmashastra), un texto que pertenece a la literatura de la secta hinayanista sarvastivada,102 sostiene que, cuando el universo es nuevamente creado, es por la fuerza del karman acumulado de todos los seres que el Dios Brahma y su vimana [residencia, es decir el nuevo mundo que es su creación] aparecen como la maduración (vipaka) del fruto de aquel karman. También sostiene que el karman producido en previos nacimientos es solamente la causa soberana (adhipati) [de tales hechos: la aparición de un Brahma creador y de su creación]. Los textos citados del Abhidharmakosha se refieren a la creación, existencia y destrucción reales del universo por la fuerza del karman, y el texto del Lokaprajñaptyabhidharma­shastra adopta una posición similar en relación con la creación de Brahma y su vimana (= mansión, es decir el mundo), debido a la concepción filosófica realista del Hinayana, al cual estos textos pertenecen.

Los textos que siguen pertenecen a un contexto muy diferente: el budismo mahayana, y especialmente el sistema de filosofía idealista yogachara. A pesar de que ellos consideran que el mundo es solamente una creación mental, sin embargo ellos aún afirman que la creación, existencia y destrucción de esa creación mental se deben al karman. Además, la idea de que el karman es la causa del universo les da la posibilidad de explicar por qué todos los seres crean en sus mentes, todos ellos, la idea, la representación, la creación mental de uno y el mismo universo, evitando de esta manera la posición extrema del solipsismo. Todos los seres crean mentalmente uno y el mismo universo, porque su karman ha tenido la misma "maduración" (tulyakarmavipaka) o porque existen semillas "comunes" que producen el mismo "fruto".

Hiuan-tsang, Ch'eng wei shih lun (Vijñapti­ma­tra­ta­siddhi­shas­tra), sostiene: “El vipakavijñana ("conciencia maduración"), debido a la "maduración" de "semillas" (bijas) comunes, se transforma adoptando la apariencia del bhajanaloka constituido por materia etc., es decir por los grandes elementos exteriores (mahabhuta) y la materia formada por ellos (bhautika); [y,] a pesar de que él en todos los seres vivos, una vez transformado, es [en cada uno de ellos] separado, diferente, sin embargo el aspecto externo es idéntico [para todos los seres]: el bhajanaloka no es diferente [para cada uno de ellos], como la luz de las lámparas es [cada una] separada, [pero] la de todas parece ser una. ¿Qué vipakavijñana o conciencia-maduración se transforma para aparecer como el aspecto externo [de un bhajanaloka]? La respuesta es: todas las conciencias-maduración (vipakavijñanas).

¿Por qué razón? El sutra dice: "porque el mundo ha surgido, gracias a la fuerza soberana del karman de todos los seres vivos, como común [a todos ellos”]”. Por su parte, Vasubandhu en su Vimshatika explica el hecho de que todos los seres infernales vean el mismo mundo infernal  "porque la condición de la maduración de su karman es idéntica", y en el mismo texto105 dice: "debido a la idéntica maduración de su karman"

Muchas leyes regulan el curso de la acción salvífica. Mencionemos entre éstas la ley constituida por las Cuatro Nobles Verdades, de acuerdo con la cual la condición humana está necesariamente sometida al sufrimiento, el sufrimiento tiene como causa al apego, y el sufrimiento puede ser suprimido mediante la destrucción de su causa a través de un método especial: el Noble Óctuple Camino, que el Budismo ofrece. Si uno sigue el Noble Camino alcanza la liberación del sufrimiento, el Nirvana. De los numerosos textos que se refieren a las Nobles Verdades y al Noble Camino mencionemos solamente al Mahavagga106, al Samyutta Nikaya107 y al Digha Nikaya.

Características de Estas Leyes

Estas leyes no han sido impuestas por un creador, ya que el budismo no acepta la existencia de un Dios, creador y  gobernante del Universo.109 Es el ateísmo budista que se inserta en la tradición atea de la India. Esta tradición es muy fuerte y es compartida por una serie de sistemas filosóficos y religiosos no-budistas, plenamente aceptados por la ortodoxia hindú, como la mimamsa, el samkhya y la más antigua forma del yoga. Estas leyes no han sido tampoco creadas por Buda. Ellas no han sido reveladas a Él por ningún poder superior ni incluso por ningún maestro humano.

Ellas no son una construcción de Su mente, Él no las ha inventado. Estas leyes, como la realidad empírica que ellas regulan, existen desde una eternidad sin comienzo, válidas por si mismas, siempre las mismas, inalterables, necesarias, actuando con una fuerza ineludible y no siendo posible para nada ni para nadie escapar del rigor de su dominio.

Estas ideas son expresadas en los siguientes textos: Samyuktagama: “¿El Surgimiento Condicionado ha sido hecho por el Bhagavant o por otros? Oh bhikshu, el Surgimiento Condicionado no ha sido hecho por mí [Buda] ni por otros. Aparezcan o no Tathagatas la esencia de las cosas (dharmas) [= el pratityasamutpada o ley de la causalidad] es estable, es el fundamento para la estabilidad de las cosas. El Tathagata habiendo conocido y comprendido esto [= el Surgimiento Condicionado] perfectamente y por sí mismo, lo declara, lo da a conocer, lo establece, lo analiza, lo revela, lo proclama, lo enseña, lo manifiesta: dado esto, ocurre aquello; del surgimiento de esto, aquello surge, a saber: los samskaras o impresiones subliminales existen teniendo como condición determinante a la ignorancia y así hasta [tal] es el origen y la destrucción [del sufrimiento]”. La traducción china del Mahaprajñaparamitashastra,111 después de citar al Bhikshusutra, señala que la "ley del surgir y perecer, existan o no Budas, es eterna".

El Shalistambasutra enumera las características de estas leyes en relación con el pratityasamutpada o Surgimiento Condicionado: “El que ve el Surgimiento Condicionado como eterno, [sin vida], carente de vida, verdaderamente sin alteración, no nacido, no devenido, no hecho, no compuesto, carente de obstáculos, carente de fundamento, calmo, sin temor, ineliminable, imperecedero, cuya naturaleza es la no-cesación, él ve el Dharma; y el que ve el Dharma de la misma manera, como eterno, [sin vida,] carente de vida y así sucesivamente, como antes, hasta: cuya naturaleza es no-cesación, él ve al Buda cuyo cuerpo está constituido por insuperables dharmas”.
En el Samyutta Nikaya, después de exponer la teoría del paticcasamuppada, Buda declara: “Aparezcan o no aparezcan Tathagatas, estable es este principio [= el paticcasamuppada] - la estabilidad de los dharmas, la necesidad de los dharmas, la causalidad. El Tathagata lo conoce perfectamente y lo comprende [al Surgimiento Condicionado]; habiéndolo conocido perfectamente y habiéndolo comprendido, el lo declara, lo enseña, lo da a conocer, lo establece, lo revela, lo analiza, lo proclama”.

Los textos ya citados se refieren al pratityasamutpada o Surgimiento Condicionado o ley de la causalidad, cuyas características ellos describen. Pero puede pensarse que estas características deben ser también atribuidas a otras leyes. No hay razón para que no lo sean. Y además de esto existe un texto del Anguttara Nikaya que aplica la fórmula que se encuentra en el Samyutta Nikaya recién citado, a otras leyes de la realidad - la de la impermanencia (anicca) y la de la naturaleza dolorosa (dukkha) de todas las cosas condicionadas y compuestas y la de la carencia de ser propio de todos los dharmas: “Aparezcan o no aparezcan Tathagatas, estable es este principio, la estabilidad de la ley, la necesidad de la ley: todos los agregados son impermanentes, etc.”. Lo mismo se dice de “todas las cosas condicionadas son dolorosas” y de “todas las cosas condicionadas son insustanciales”.

Buda como Descubridor y Expositor de Esas Leyes

Por los textos arriba citados es evidente que Buda no ha creado estas leyes; no las ha inventado; ellas no son una  construcción de su mente. Más aún ellas no le han sido reveladas por ningún otro ser. En algunos textos Él orgullosamente afirma que Él no ha tenido maestro: na me acariyo atthi.118 Estas leyes están ahí, siempre han estado ahí, y Buda, tras un esfuerzo intelectual intenso y doloroso, en el momento memorable de su Iluminación, descubre la existencia de ellas, su naturaleza y su funcionamiento.

Y él tiene plena conciencia de su carácter de mero descubridor de una realidad que lo trasciende y a la que él ha abierto su mente y su receptividad para permitirle penetrar en él. Y será la exposición de estas leyes lo que constituye su enseñanza, su Dharma. Su Enseñanza, su Dharma, es así únicamente la exposición, manifestación, explicación, elucidación, revelación y transmisión por él de estas leyes. Podemos decir que en el comienzo de la doctrina budista hubo un acto intelectual de conocimiento, penosamente conquistado. Desde el primer momento la importancia del conocimiento y del esfuerzo humano han constituido características esenciales del budismo.

Concepción Realista de las Primeras Etapas

En sus primeras épocas, grosso modo desde el siglo VI antes de Cristo hasta los inicios de nuestra era, el budismo sostiene una posición netamente realista. El mundo es real, existe independientemente del hombre que lo capta con sus sentidos y lo piensa con su mente.
Pero en el mundo en su integridad, sometido a la ley de la causalidad, en que todo es efecto, producto de la conjunción de una multiplicidad de causas y condiciones determinantes, no existe nada sustancial, nada que exista in se et per se o nada que exista svabhavena, es decir, que tenga un ser propio que a sí mismo le pertenezca y que de sí mismo dependa. Corolarios de la concepción insustancialista fundamental en el budismo son, por un lado, la inexistencia de Dios -ya mencionada- y la inexistencia del alma en el hombre.

Transformación de la Antigua Concepción del Mundo

Pero a comienzos de nuestra era, y por evolución de las antiguas concepciones, se comienza a poner en duda la existencia del mundo exterior y la capacidad de nuestros sentidos y de nuestra razón para captar su naturaleza. Se constituyen entonces dos grandes escuelas filosóficas: la escuela madhyamika y la escuela yogachara, que marcarán en lo sucesivo nuevos rumbos a las principales manifestaciones del pensamiento budista.

La Escuela Madhyamika

La escuela madhyamika, fundada por el gran filósofo budista Nagarjuna, lleva a su máximo desarrollo la concepción de la causalidad y de la insustancialidad que en ella se funda, heredadas del pasado, y elabora su teoría central de la vaciedad. La experiencia cotidiana nos revela una realidad formada por seres y cosas que se presentan ante nosotros como existentes en sí y por sí, como compactos, continuos y unitarios.

La escuela madhyamika estudia la realidad que percibimos y con su estudio llega a una conclusión, respecto de esa realidad, muy diferente de la de la experiencia normal. La realidad perceptible está constituida sólo por seres y cosas absolutamente contingentes.

En ella todo es condicionado, relativo, dependiente. Además todo está constituido por partes. No existen unidades totalitarias; sólo existen conjuntos, conglomerados de elementos, de partes, de factores constitutivos. La cuerda que percibimos no existe en sí y por sí como cuerda, es sólo un conjunto de hilos, y éstos a su vez no existen en sí, son sólo un conjunto de filamentos, y así sucesivamente, y este proceso analítico-abolitivo no se detiene en algo sustancial, provisto de un ser, de una existencia que le sea propia.

La condicionalidad, la relatividad, la dependencia, el ser algo compuesto, la contingencia, la ausencia de ser propio, o, en una palabra, la vaciedad (término que usa la escuela en especial) constituye la verdadera naturaleza, el verdadero modo de ser de la realidad empírica, y la forma bajo la cual ésta aparece ante nosotros es sólo una irrealidad, una ilusión.

La Escuela Idealista

Si la escuela madhyamika del gran Nagarjuna pone especial énfasis en afirmar la vaciedad, la contingencia universal, la absoluta relatividad de todo, la escuela yogachara afirma con igual fuerza la sola existencia de la mente, de la conciencia; para esta escuela lo único que existe son ideas, representaciones, creaciones mentales, a las cuales nada real les corresponde externamente. Recordemos que para el budismo, desde sus inicios, la mente o la conciencia es sólo una serie de estados de conciencia, de actos de conocimiento.

Estos actos cognoscitivos constituyen la mente; no existe una entidad fuera y distinta de ellos, permanente y autónoma que "tenga" esos actos de conciencia, que sea la que los "experimenta" como su inalterable testigo o veedor. La escuela idealista mantiene esa tesis, pero agrega (contrariamente a lo que pensaba el budismo en sus inicios) que a esa sucesión de representaciones, que constituye la mente, no le corresponde ningún correlato real.

La realidad empírica en que existimos tiene así el mismo status ontológico que el sueño o las ilusiones creadas por la magia. Nada distingue a la visión de la realidad en que nos movemos de las visiones oníricas o de la fantasmagoría creada por el mago o de las alucinaciones a que da lugar la sugestión. El realismo ingenuo con que se manejaba el budismo en sus primeras épocas (el llamado budismo primitivo) o en la época del hinayana, ha cedido el lugar a un idealismo llevado a sus últimas consecuencias, en que los seres y los objetos se esfuman como entidades reales, subsistiendo exclusivamente entidades de naturaleza mental. Si para la escuela de Nagarjuna la realidad empírica se convierte en el Gran Vacío, para la escuela yogachara la realidad es sólo una Gran Ilusión, creada por la mente sumida en el error.

Conclusión

El Universo prodigioso imaginado por los antiguos pensadores budistas, infinito en el tiempo, ilimitado en el espacio, poblado por un inconcebible número de sistemas de mundos, con sus incalculables millones de millones de seres y con sus incalculables millones de millones de Budas guiando a los seres infinitos hacia su Liberación, en permanente transformación, regido por leyes de universal vigencia, se ha convertido en un producto de la mente humana, en un sueño de aquella sombra que es el hombre, que dependiendo sólo de su propio esfuerzo y contando sólo con la ayuda de la Enseñanza del Maestro, busca el camino que lo ha de conducir hacia la Iluminación, el grado máximo de la inteligencia, del conocimiento, de la conciencia, permitiéndole ingresar en aquella sede de paz y de silencio, la beatitud de la extinción, el Nirvana.




Texto de: Fernando Tola y Carmen Dragonetti

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